Que llegan tiempos convulsos es indudable. En Europa cada vez se aprecia más inalcanzable la máxima de prohibir los motores de explosión en un medio plazo de tiempo. Y no paran de salir noticias alentadoras, y luego desalentadoras, acerca de esta prohibición.
Al otro lado del mundo, en Japón, las marcas anuncian sus planes estratégicos de adaptación al mercado del futuro. Ahora, y según informa Visor Down, Yamaha ha anunciado de manera oficial que se retirará del mercado de motos de nieve después de 55 años de trabajo.
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Esta desaparición será escalada. Primero en su mercado, Japón, a finales de este mismo año. Después le tocará el turno al viejo continente en 2024 y, finalmente, en 2025, la retirada será total y a nivel global.
Según hemos podido conocer, tras la desaparición de las motos de nieve de los concesionarios nipones, Yamaha seguirá vendiendo las existencias restantes en el mercado europeo.
El primer modelo en desaparecer será el 2022 japonés, le seguirá el recién presentado modelo europeo 2024. Finalmente, el modelo 2025 será el último que se pueda adquirir en EE. UU, quizás el mercado más potente para las motos de nieve.
El calentamiento global, motivo de la retirada de las motos de nieve
Por supuesto, Yamaha seguirá ofreciendo repuestos y servicios después del final de la producción final, aunque no especifica por cuánto tiempo se mantendrán estos servicios. El motivo que ha aducido la compañía es claro, conciso e irrefutable: «Es y será difícil continuar con un negocio sostenible en el mercado de las motos de nieve«.
Recordemos que Yamaha lanzó su primera máquina de este tipo en 1968, siete años después de su debut en las carreras de motos Grand Prix de 1961. La marca de los diapasones, además, también fue uno de los impulsores de las mecánicas de 4T en el mundo de las motos de nieve. De hecho, fue uno de los primeros fabricantes en introducir motores de este tipo.
Básicamente Yamaha dice que, con la creciente perspectiva global de pérdida de hielo, los japoneses ven insostenible este tipo de vehículos a largo tiempo.
La cantidad de hielo claramente está yendo a menos, por lo tanto, la cantidad de personas que necesitan vehículos específicos para atravesar terrenos nevados, o que desean vehículos específicos para disfrutar del terreno nevado, también está disminuyendo. Mal asunto.