Hace unos meses se presentó en el Salón de Frankfurt del automóvil el revolucionario XL1. Este coche es un híbrido súper eficiente, resultado final de muchos años de investigación de la marca, que al final se decidió fabricar en número limitado (250 unidades), prácticamente a mano, en la fabrica Karmann. El coche es más una exposición de tecnología sobre ruedas que un verdadero proyecto comercial: un precio de 111.000 €, es demasiado, por mucho que luego consiga gastar sólo 0,9 litros a los 100.
Lógicamente, para conseguir ese espectacular rendimiento, en términos de eficiencia, VW ha tenido que echar mano de toda la tecnología disponible: chasis de fibra de carbono, basado en las fabricaciones de Lamborghini (también perteneciente al grupo), aerodinámica espectacular, con fondo plano, ruedas traseras carenadas o cámaras en vez de espejos. Así, el XL1 consigue sobre la báscula no superar los 795 kg.
Y sobre la base de este coche ya se elucubró en su momento con una versión Sport, una versión de la que se dijo iría motorizada por la mecánica de un Golf o similar. Sin embargo, en la Facultad de Viena de Ingeniería, en una conferencia sobre proyectos futuros, Ferdinand Piech, presidente del grupo, sorprendió a todos con un planteamiento verdaderamente interesante: con la base de ese chasis podría fabricarse un pequeño deportivo con motor Ducati Panigale 1199.
La verdad, si del XL1 sacas el motor TDI bicilíndrico y el eléctrico, las baterías y demás parafernalia que requiere la tecnología híbrida y lo sustituyes por un mucho más ligero V2 Desmo de 195 CV, quizá no se alcance la eficiencia energética del original, pero desde luego, muy superior en términos de diversión.
¿Con cual te quedas?
