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Cazado en pleno adelantamiento con línea continua: 400 euros y 4 puntos

Hacer las cosas mal es lo que tiene
Fotos: SMN
Si eres un gañán no puedes esperar tener suerte. Si uno hace las cosas mal tampoco, aunque en este caso algo de suerte hay pues la acción sólo acabó con una multa en lugar de con un accidente de graves consecuencias.

Actualmente las carreteras de doble sentido son la que mayor número de accidentes congregan y parte de ellos se dan por accidentes a la hora de adelantar. Un mal cálculo, no tener el campo de visión totalmente despejado, un imprevisto y el desastre está asegurado. Y todo esto hablando de adelantar en puntos en los que el adelantamiento está permitido. Pero hoy os traemos uno de esos casos de karma que nos encantan en los que, sin grandes daños, el culpable recibe su merecido.

Nos desplazamos, según cuenta el localizador del vídeo, hasta Calpe o sus cercanías. De ser así estaríamos hablando de la N-332, una carretera que bordea la costa y que, realmente, merece la pena disfrutar porque recorre el litoral mediterráneo actualmente desde Valencia a Cartagena con algunos puntos espectaculares. Por desgracia en el vídeo no podemos apreciarlo, pero tiene su belleza intrínseca sin necesidad de ver el mar.

Analicemos el vídeo en sí, que es corto pero maravilloso. Nos encontramos, como por otro lado es habitual en la N-332 (estamos seguros que es allí porque hemos hecho nuestras indagaciones en Google Maps) con tráfico y curvas enlazadas sin visibilidad y con una hermosa línea continua. Hasta ese punto no hay mayor problema, pero sólo unos instantes después y a pesar de esta línea y de una visibilidad realmente mala, el protagonista de la historia comienza un adelantamiento.

Hay que decir que además de la falta de visibilidad y la línea continua va tan cerca de la furgoneta que no hay posibilidad de apreciar si hay alguien preparado para salir en el cruce que hay unos metros después. Por suerte para él puede terminar la maniobra sin mayor problema pero en ese momento entra en juego la magia. El hecho de no poder ver, motivo por el cual no se puede adelantar por la peligrosidad, le ha hecho no divisar a la pareja de la Guardia Civil que viene en sentido contrario. ¡Pura poesía!

El sudor frío que debió sentir por su espalda debió ser enorme pues es notable cómo aminora la marcha sabiendo que ha sido cazado. En unos pocos cientos de metros los dos agentes de la Guardia Civil llegan a su altura y, bueno, por desgracia no podemos oír si hubo algún tipo de excusa al respecto porque hubiera sido todavía más divertido.  

Mentiríamos si negásemos que nos encanta ver situaciones así donde quien hace mal paga su merecido y es que estamos hablando de algo tan serio como la vida de todos. El colectivo motero está demasiado señalado para que haya gente como este personaje que nos eche más mala imagen encima. Si pedimos respeto nosotros tenemos que respetar, de lo contrario la batalla está perdida. Al menos sabemos que “el amigo” tiene 400 euros menos en su cartera y 4 puntos más en su permiso.

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