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¿Cómo trazar curvas con una supermotard? Así no…

Exceso de confianza y falta de previsión acaban en colisión
Fotos: SMN
Salir a dar una vuelta en moto con los amigos nunca debería ser un desafío a ver quién puede ir más rápido, para eso están los circuitos. El exceso de confianza y la falta de previsión pueden acabar de mala manera.

Ya hemos visto en diferentes ocasiones cómo no hay que salir a dar una vuelta con los amigos en moto. También hemos visto como no circular por autopista con una 125. O incluso cómo no hacer una salida, pero siempre encontramos algo nuevo que aprender cuando vemos un vídeo en el que se cometen errores. Y es que aunque nuestro “así no” tenga normalmente un tono socarrón para poder sorprendernos y sonreír un poco, no deja de ser el lugar donde analizamos qué se hizo mal para acabar la cosa como acabó. Es más, siempre elegimos vídeos que acaban solamente en un susto o con consecuencias leves.

Y ahora vamos a entrar en materia, encontramos a (al menos) a dos amigos que con sus TM y KTM supermotard de dos tiempos están haciendo una rutita o unas curvas. El vídeo es corto, cosas de las redes, pero ya apreciamos en el protagonista que el equipamiento no es el correcto, unos vaqueros, zapatillas y una sudadera, el pack completo para volver a casa con una bonita abrasión.

Antes de llegar a la curva vemos cómo el que va delante echa un vistazo a su compañero de fatigas justo cuando pasa por una señal que indica que viene una curva peligrosa. No sabemos si la ve o no, pero acto seguido comienza a prepararse para la trazada a una velocidad aparentemente normal, es decir, no da la sensación de que vaya excesivamente rápido. Sin embargo comete un primer error y es ir a ceñirse al interior de la curva, acercarse desde el principio a la línea continua. Eso, de entrada, es un error porque en una curva cerrada si, por ejemplo, viene un camión o un autobús podría ocupar con su parte voladiza esa zona de la calzada. Pero hay otro problema más y es que está haciendo la curva más cerrada de lo que sería necesario desde el principio.

Ese fallo quizás debido al desconocimiento de la curva o por un exceso de confianza le lleva al suelo, y es que la curva se sigue cerrando. En mitad de la curva la velocidad sí es claramente más alta que la que puede gestionar, y pierde el tren delantero. La caída no es nada del otro mundo pero sí un claro indicativo de lo que no debemos hacer, aunque las lecciones no acaban ahí. El “cámara” en lugar de seguir su propia trayectoria se centra en seguir con la vista a su amigo ¿y qué pasa cuando vamos en moto? Pues que terminamos yendo donde estamos mirando y eso es, exactamente, lo que sucede. Como consecuencia, toque con la moto y también al suelo aunque ya prácticamente parado. Lo mejor de todo es que nadie resultó herido y seguro que aprendieron una lección que, además, puede ser muy valiosa para todos nosotros.

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