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Viaje a la Alcarria

Fotos: Esther Flex
Hace ya más de medio siglo Camilo José Cela realizó un viaje recorriendo pueblos de la provincia de Guadalajara que a la postre dio como resultado el libro que da título a nuestra ruta. Una gran ruta para disfrutar, a diferencia de Don Camilo, en moto.

General

La ruta de hoy es larga, conviene madrugar para aprovechar bien la jornada en estos días con temperaturas veraniegas para evitar el calor. Hoy recorremos las comarcas de Alcarria Alta hasta Sacedón y sus vistas del pantano de Entrepeñas y Alcarria Baja hasta Zorita de los Canes donde disfrutaremos del valle que deja el Tajo a su paso. Pararemos en todos los pueblos que narra el autor, la mayoría de ellos muy agradecidos por haberles dado a conocer al mundo: estatuas, placas y postes recuerdan que Cela pasó por allí y forman parte de tan singular obra literaria.

Auñon.

Desayunamos en Guadalajara preparándonos para lo que será un largo recorrido por gran parte de la extensa provincia. Enseguida buscamos la salida de la capital de provincia, nuestros destinos son los pueblos de la comarca y no las grandes ciudades. Con la compañía del rio Henares y los primeros rayos de sol nos dirigimos a Torija que será nuestra primera parada en el camino. Cuantas veces habré visto el castillo de Torija desde la A-2 y nunca me había parado antes a conocer el pueblo, la verdad es que su piedra blanca le da aspecto de castillo de cuento, dicen que fueron los caballeros templarios los que lo fundaron y fue baluarte y pieza clave durante la reconquista. En uno de sus laterales se encuentra un bonito parque donde os podréis cobijar en la sombra de algún árbol para contemplarlo como merece. Sin duda es una fortaleza muy particular por su gran sentido estético, en su torre del homenaje se encuentra un museo dedicado al libro.

El castillo de Torija.

Salimos por la recta llanura en dirección este, poco queda en este tramo las arboledas que nos narra Don Camilo pero una vez que tomamos el desvío hacia Brihuega, en una fantástica bajada rodeados de vegetación los recuerdos de la narración aparecen sin ningún esfuerzo. Brihuega es sin duda alguna un pueblo muy bonito que tendréis el placer de recorrer de principio a fin si queréis continuar hacia Masegoso de Tajuña y Cifuentes. Conserva cierto aire medieval, con murallas y callejuelas muy bien conservadas pero lo que más me llamó la atención fue la gran calidad de vida que parecían desprender sus habitantes una mañana de sábado, con sus plazas llenas y las terrazas a rebosar. Nos detenemos para tomar un refrigerio y hacernos alguna foto en la Puerta de la Cadena, forma parte de la muralla del pueblo, y en la Iglesia de San Felipe, que son los auténticos iconos del lugar.

Iglesia de San Felipe, Brihuega.

El tramo entre Brihuega y Cifuentes es de lo mejor de la ruta y de lo mejor de las rutas que llevo realizadas tanto por la calidad de las curvas como por la calidad del paisaje. El rio Tajuña deja tras de sí una bonita vega y una secuencia de curvas que hacen la delicia de la Speed triple, esta moto fue pensada para tramos revirados como este. Los saltos del rio dejan de si cascadas y un paraje verde en un lugar donde debería prevalecer el paisaje de secano, por algo a Brihuega se la conoce como el jardín de la Alcarria.

Puede que no sea la mejor rutera pero la Speed es divertida como pocas.

Entramos en Cifuentes después del atracón de curvas con ganas de volver a la paz de los pueblos castellanos que obtenemos sin ningún reparo también en Gárgoles de Arriba y Gárgoles de Abajo, que se alojan a ambos lados de la carretera y se ven influenciados por el más grande de la zona, Trillo. El paso del joven y cristalino rio Tajo por Trillo nos deja una de las mejores estampas de la ruta, paramos la Speed un instante para escuchar el rio y observar a pescadores apostándose en sus orillas en total calma y silencio. Un poco mas allá nos detenemos en el puente sobre el rio Tajo que data del siglo XVI, para ver una panorámica del valle.

El Tajo en Trillo, un buen lugar para hacer un alto en el camino.

Salimos nuevamente, después de una moderada calma en la ruta hacia un nuevo y febril tramo de curvas ofrecido por los entrantes y salientes de los pantanos, porque aquí confluyes los pantanos de Entrepeñas, Bolarque, Zorita, Almoguera y Buendia en lo que se denomina Mar de Castilla. Pero incluso antes de llegar a él los tramos entre la vegetación por Azañón o Viana de Mondejar no tienen desperdicio. La parte norte del pantano ya nos muestra pequeñas embarcaciones que hacen las delicias de los aficionamos a la mar en plena Castilla. Durón y Budía son los que a mi parecer guardan más similitudes con el libro y parar en algunos de sus bares para conversar con su gente es materia obligada. Continuamos camino, aún nos queda mucha ruta y además la calidad de las curvas hasta llegar a Pareja mientras cruzas un par de veces el pantano merece la pena.

Vistas del

El tramo de Pareja, Casasana y Corcoles nos permite descansar un poco los antebrazos de las frenadas de los tramos anteriores, parece que según te alegas del pantano la vegetación desaparece y las curvas menguan. Menos mal que la carretera vuelve en dirección a la gran masa de agua y la ruta no nos vuelve a dar tregua. Sacedón como antes lo fueron Brihuega y Trillo da luz propia a la los pueblos de la zona. Alimentado por la industria y el embalse de Buendía os recomiendo parar la moto en cualquiera de sus miradores y contemplar el valle que deja a su paso el Mar de Castilla.

Vistas del

El siguiente tramo entre Sacedón y Auñon es de los que te tienes que volver a agarrar fuerte del manillar y disfrutar del tramo de curvas, se os hará corto y los carteles de tramo peligroso se agolpan en pocos kilómetros, extremar las precauciones en este tramo porque tiene bastante tráfico que llega de la capital de la Alcarria. Auñon es otro pueblito para perderse un rato entre sus calles y plazas, pequeño pero coqueto y aún recuerdo a una señora que al verme fotografiar la casa del obispo me indicó: “La iglesia de la plaza es mucho más bonita”, orgullosa como estaba del patrimonio de su pueblo. Tendilla, al contrario que Auñon es un pueblo situado en el llano, alargado y con bonitos soportales parece completamente distinto a los recorridos en el tramo anterior, mucho más expuestos a orografía más abrupta.

Los parajes de Entrepeñas.

Una de las curiosas características de esta ruta es el cambio de paisaje en pocos kilómetros, cuando dejar Tendilla en dirección Hueva el paisaje vuelve a cambiar súbitamente y te encuentras como al principio en una Alcarria más seca, rodeado por monte bajo que había desaparecido kilómetros atrás. Atraviesas zona de cotos de caza y de muchas curvas, porque aquí las retorcidas carreteras de la Alcarria vuelven a hacer parición para mayor delicia del piloto de la Speed 1050, que encima lleva ruedas deportivas nuevas. Subes y bajas un pequeño puerto situado en el camino y por momentos parece que la civilización ha desaparecido, solo la presencia al final de una curva de Hueva te hace recordar donde estas.

Hueva y sus alrededores.

Cruzamos Hueva en dirección a Pastrana donde nos espera una de los pueblos con más historia de la ruta. Capital de la comarca de La Alcarria está declarada Conjunto Histórico-artístico desde 1966, fue fundada por los romanos cuenta con numerosos conventos, plazas y lugares de interés donde destacan La Colegiata, el Palacio Ducal y el convento de San Jose fundado por Santa Teresa. Sin duda alguna Pastrana es el lugar el destino para hacer parada y reponer fuerzas encarando lo que nos queda de travesía.

Convento del Carmen, Pastrana.

Y a pesar de notar ya el paso de los kilómetros en nuestro cuerpo notamos cierta tristeza de ir acabando nuestro camino al aproximarnos a la bella Zorita de los Canes. El tramo es más llano y relajado que los anteriores pero no exento de algunos cambios de rasante y curvas enlazadas que nos dejan diversión en el pilotaje hasta el final. Zorita está bendecida por el Tajo, recordándonos por momentos a Trillo pero está presidida por una impresionante Alcazaba de origen andalusí visible desde kilómetros de distancia y es sin duda uno de los pueblos más bonitos de los narrados en el libro de Don Camilo. Poco más al sur podemos visitar las ruinas de la ciudad visigoda de Recópolis y desde allí os invito a observar el valle del Tajo a los pies de Zorita, la belleza de esta parte de la Alcarria en su esplendor.

Valle del Tajo en Zorita de los Canes.

Permitirme que despida la ruta de hoy citando a Cela cuando dice: “La Alcarria es un hermoso país al que la gente no le da la gana de ir. Yo anduve por él unos días y me gusto mucho.”, os invito con un poco mas de efusividad de lo habitual a realizar esta ruta y entender lo acertadas que son sus palabras.

Vista de Pastrana.

En detalle

Más datos de la ruta

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Tener en cuenta antes de realizarla que son 250 km “de cuerda” y tiene abundantes tramos donde las curvas prevalecen y si queréis ir “ligeros” os exigirá cierta forma física, por este motivo yo sugiero dos posibilidades para realizar vuestro particular “Viaje a la Alcarria” versión motera. Para los que quieran disfrutar de los lugares narrados en el libro ir más pausados y hacer noche a mitad de camino es la mejor de las opciones, mientras que para los que queráis disfrutar de su trazado y variedad de paisajes podéis hacerla en un día. Personalmente me resulta imposible no parar en los pueblos y plazas así que pese a haberla hecho varias veces siempre me quedo embelesado por la comarca.

Calificando la ruta:

Tramo 1: Guadalajara – Brihuega. La CM-1003 y CM-2011 no son las mejores carreteras que recorreréis al estar bastante castigadas por el tráfico pesado, pese a ello tampoco tienen grandes parches ni socavones. Contareis con arcén aunque no muy amplio y no hay quitamiedos.

Tramo 2: Brihuega – Trillo. A la salida de Bihuega la carretera se retuerce bastante y os permitirá más de una alegría, el asfalto está en muy buenas condiciones pese a que no hay arcén.

Tramo 3: Trillo – Pareja. Tramo de curvas y buen asfalto, en el tramo Budia-Pareja no hay arcén pero si en el resto. Tener cuidado porque las hojas han podido ensuciar la carretera en algunos tramos con el peligro que ello supone.

Tramo 4: Pareja – Sacedón. La GU-987 esta parcheada pero al ser un tramo sin muchas curvas no ofrece peligro, contareis con arcén en la mayoría del tramo aunque es bastante estrecho.

Tramo 5: Sacedón – Desvío Hueva. La N-320 está bastante cuidada por tener bastante tráfico y ese será su mayor riego. Es una zona revirada hasta Auñon así que podréis disfrutar pero teniendo precaución, no hay arcén y si constantes guardarailes. Tramo6: Desvío Hueva – Zorita de los Canes El tramo hasta Pastrana es muy racing pero no hay arcén ni quitamiedos y si unos barrancos y terraplenes que quitan el hipo. No hagáis mucho el tonto y dejar mucho margen de seguridad. Tener en cuenta que este tramo está regado por cotos de caza y es fácil que se os cruce algún peatón de cuatro patas en el camino. El asfalto está bastante parcheado. De Pastrana a Zorita el terreno es más llano y el arcén vuelve a aparecer.

Los girasoles de Gargoles.

¿Qué ver?

La ruta nos ofrece dos variantes para conocer. La primera es descubrir que la Alcarria en sí misma, repleta de valles, montes y colinas, es más sorprendente que lo que el viajero pueda suponer. Bañada por el Tajo y repleta de embalses en todo su recorrido, nuestra una variedad hídrica poco habitual en Castilla la Mancha. Rodar a la sombra de su poblado monte bajo y serpentear entre cotos de caza envuelve a la ruta de una vertiente natural digna de disfrutar.

Puente romano, Trillo.

La segunda es seguir el relato, conocer pueblos y plazas de tan inusual relato merece la pena. Conocer la medieval Brihuega es obligado, pasear por sus amuralladas calles o sentarte a refrescarte en sus terrazas. Trillo ofrece una vertiente diferente de la Alcarria donde el Tajo ofrece su mejor versión. Saltar de un lado al otro del embalse de Entrepeñas y detenerte en los miradores de Sacedón.

Vistas del pantano desde Sacedón.

El sur de la ruta es diferente, Pastrana y Zorita de los Canes te devuelve a la Alcarria más profunda. La sensación atemporal de sus pueblos es muy real, hay veces que da la sensación a viajero que el libro fue escrito ayer, como si la gran parte de lo que se narra no hubiera cambiado en muchos aspectos del día a día.

Hueva y sus alrededores.

Al acabar la ruta, en Zorita de los Canes, no dejéis de visitar el yacimiento arqueológico de Recopolis, ciudad visigoda en un gran estado de conservación. Además está ubicado en lo alto de una colina, ofreciendo al rutero bonitas vistas del valle creado por el Tajo a su paso.

El descanso del motero

Dónde Dormir:

Hay dos opciones de interés para pasar la noche: o hacerlo en Guadalajara donde tendréis a vuestro alcance las opciones de una capital de provincia o hacerlo en los pueblos más grandes de la ruta donde no os faltarán alojamientos rurales donde pasar la noche, ya sabéis que yo me decanto por la segunda opción si duda. Os sugiero: Brihuega, Trillo, Sacedón y Pastrana como los más recomendables y donde tendréis mejores opciones. Si podéis, no dudar en pasar la noche en alguno de los lugares donde pernoctó Don Camilo.

Uno de los muchos hostales y posadas que alojaron a Cela durante su viaje, Brihuega.

La buena mesa:

En la comarca alcarreña siempre me dejo llevar por el clima, si hace más frío una sopa o migas castellanas acompañadas de un asado de cabrito, si hace más calor sus famosos espárragos y un buen entrecot con carnes denominación de origen. Como entrante siempre son sugerentes sus variados revueltos acompañados de piñones o su producción cinegética, principalmente perdices pero también codornices y liebres. Para l@s moter@s más golosos, que decir de su famosa miel, torrijas o bizcochos borrachos. Su principal característica gastronómica es el ser una cocina tradicional basada en la calidad de sus material primas.

Revuelto de bacalao con piñones

Triumph Speed Triple

Alguno de vosotros os sorprenderá ver a una streetfigther, capaz de sacar los colores a cualquier suberbike japonesa en circuitos retorcidos, realizando una ruta. Sería común ver grandes GT ó trail asfálticas, pero el trazado de hoy nos permite una conducción más alegre de lo habitual. Lo cierto es que la Triumph Speed Triple es perfecta para los tramos revirados que ofrece la Alcarria, ligera y rápida como pocas, se desenvuelve a las mil maravillas por las carreteras de la ruta.

Al no pisar autovías, la ausencia de protección aerodinámica no os supondrá un problema y solo tendréis que salvar la dificultad de su nula capacidad de carga. Lleva el depósito bastante elevado y la bolsa sobredepósito puede quedar demasiado alta entorpeciendo el pilotaje, es más recomendable en esta moto utilizar la bolsa en el lugar del pasajero.

Eso sí, como se disfruta de la Speed cuando bajas la visera del casco en carreteras de curvas, su par motor unido al remodelado chasis y reparto de pesos la convierte en una de las motos más divertidas y efectivas que puedas llevar. Pilotarla es algo que todo moter@ debería hacer al menos una vez en la vida.

La Triumph Speed Triple se mueve como pez en el agua por curvas.

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