Esta idea empezó siendo un proyecto de “startup” en 2010 por parte de un grupo de jóvenes suecos. Pensaron que el casco de bici ideal, sería aquél que en condiciones normales fuera invisible “para no estropear el peinado de las chicas” (sí, literal), pero que en caso necesario (caída o accidente) fuera capaz de aparecer en una fracción de segundo para proteger al ciclista. Eso se consigue con un airbag plegado y un sistema de detección y disparo, cosas que han ido perfeccionando con los años. Hasta llegar a una reciente prueba en la que una aseguradora sueca, con el apoyo de la organización British Road Safety Trust, lo ha definido como hasta ocho veces más seguro que un casco tradicional (sólido) de bicicleta. Si ves el vídeo entiendes enseguida cómo funciona y por qué protege tanto: se dispara enseguida y se convierte en un casco integral hinchable mucho más envolvente que los de bici.
Las pruebas de la aseguradora son contundentes porque el Hovding es hasta siete veces más seguro que el mejor casco físico o tradicional. A la venta en su página web este particular casco-airbag se hincha en una décima de segundo desde que los sensores detectan algún movimiento anormal y protegen el cuello además de la cabeza en varias direcciones, una diferencia clave con los cascos de bici tradicionales. Se conecta vía Bluetooth con el móvil y podría activar si lo deseamos una llamada automática de emergencia en caso de caída. Su batería da para 15 horas de uso activo y según el fabricante han vendido miles de unidades y ya se cuentan también en miles quienes han tenido una caída o accidente y el “casco” les ha protegido eficazmente.
Evidentemente, esta idea “tal cual” no se puede aplicar a las motos, porque el casco debe protegernos físicamente en todo momento. Pero puede ser el complemento ideal para un casco de moto, por ejemplo mejorando su protección para amortiguar golpes, o incluso desarrollándolo para que se despliegue actuando como un “neckbrace” (protector de cuello) ideal.
