Llegó la hora de enfrentarse a una MotoGP, lo que todo piloto sueña. Es la hora de debutar en la máxima categoría, y Tito Rabat lo tiene claro: está dispuesto a darlo todo. Después de cinco años en Moto2 y tras probar la experiencia de convertirse en campeón del Mundo, el catalán asegura que está preparado para este paso.
-Terminaste los últimos test de Qatar en la 17ª posición, ¿cuál es el balance de la pretemporada? “Han sido unos test muy positivos. Hemos visto los problemas que hay, los que no hay. Me he adaptado a la velocidad, a la fuerza de frenada, a la electrónica, a todo. Cada vez que he subido a la moto, que he hecho un entreno, he notado que me fatigaba menos. En Malasia se me cansaba todo, en Australia los antebrazos, y en Qatar me he sentido bien después de los tres días. También es verdad que en estos últimos test hemos tenido muchas caídas, el primer y el segundo día fue muy bien, pero el tercer día pensaba dar un salto más grande del que di, bastante más grande, pero no pude ni montar los neumáticos duros porque me caí dos veces y ya decidimos parar”.
-¿Dónde tienes más problemas? “Hay que encontrar una solución para girar la moto con confianza, porque no la tengo. A la mínima que fuerzo un poco, yendo por la línea, cerrando puestos, se va, así que hay algo ahí que en mi conducción no funciona. Me falta ‘feeling’ con el tren delantero, ese es el paso más importante ahora mismo”.
-¿Cómo ha sido la adaptación a una MotoGP? “Primero fue la velocidad, luego fueron los frenos y después un poco la línea, que cambia mucho en cada circuito. De esta pretemporada me quedo con que me he hecho mucho a la moto, el cuerpo me duele cada vez menos cuando estoy en la moto y cuando me bajo de ella. Lo que más me cuesta es mantener la concentración sin tener ningún problema durante tantas vueltas, pero la electrónica además es una pasada, sobre todo en agua”.
