Quienes nos criamos viendo películas de ciencia ficción durante los ‘80, pensábamos que regresar al futuro en 2015 sería similar a la experiencia que vivió Marty McFly, pero ni por asomo. La imaginación de Robert Zemeckis y Bob Gale iba mucho más aventajada de lo que hemos sido capaces de avanzar los humanos. Curiosamente en algunas otras cosas sí acertaron o se acercaron, aunque ese horno para pizzas diminutas y deshidratadas es algo que como sociedad deberíamos exigirles…
Volviendo a las motos, que al final este no es lugar para hablar de comida, la sociedad veía como razonable un futuro en el que los vehículos volasen. Es algo que incluso antes de inventar el avión los visionarios ya pronosticaban, y eso que por entonces no existían los atascos. Un vehículo personal de transporte aéreo que se pudiera usar desde la puerta de casa hasta el destino, a imagen y semejanza de lo que hacemos a día de hoy con nuestras motos.
El caso es que, precisamente, son las motos las que tienen una mejor opción para convertirse en este tipo de vehículos porque hacer que un coche vuele… bueno, para eso están las avionetas. Pero las motos son compactas, ágiles, ligeras y en resumen perfectas para convertirse en ese vehículo revolucionario. Ya hemos visto otras motos voladoras, la más llamativa hasta el momento era la Lazareth LMV 496, que podía moverse por la carretera y que, además, tenía la capacidad de volar.
En esta ocasión hablamos de la Speeder Air,que solamente tiene capacidad para volar y que tiene alguna coincidencia tanto con la Lazareth como con otras de las motos voladoras que hemos observado. A diferencia de muchos de los prototipos que hemos visto, esta Speeder Air no es un dron sobredimensionado ni dispone de las peligrosas hélices, sino que cuenta con turbinas que son las encargadas de mover el aparato.
En total son ocho turbinas y la empresa que está detrás es aquella que hace unos años vimos como popularizaba los jet pack. Pero el emplear motores que queman combustible no implica que contamine y es que parte de la gracia de este aparato es que, además, se mueve con combustible de aviación sostenible (SAF), lo que implica una huella de carbono cero. Lógicamente otro de los apartados importantes es el de la seguridad ,y en ese sentido está equipado con un ordenador de abordo que es capaz de reequilibrar el aparato en caso de ser necesario.
Además, cuentan que su pilotaje es bastante sencillo y que, incluso, puede adaptarse fácilmente para ser autónoma y pilotada a distancia, lo que le daría un mayor rango de utilidad. En cualquier caso por ahora no está a la venta, aunque sí sabemos que ya están trabajando con la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) para obtener la licencia, lo que por otro lado, nos confirma que será tratado como una aeronave y no como una moto, algo que era de esperar.