La oleada de robos de motos que sufrimos en los últimos tiempos, a nivel casi mundial, no exime a lugares bien protegidos como el famoso salón milanés EICMA. Y si no que se lo digan a Kawasaki, que durante la celebración del evento trataron de usurparle una reluciente Kawasaki KX250X allí expuesta.
La situación, además de rocambolesca, parece sacada directamente de la trama de una película. Tanto por los personajes (padre e hijo son los acusados del delito), como por el plan ideado por ambos para llevarse la Kawasaki KX250X sin levantar sospecha y con total impunidad.
Una Kawasaki KX250X fue sustraída por un padre e hijo del propio stand de la marca
Según hemos conocido por un diario local, Milan Today, un padre de 55 años y su hijo de 18, ambos de nacionalidad alemana, se hicieron pasar por trabajadores de las instalaciones que albergan el famoso Salón de la Moto de Milán.
A eso de las 9:30 de la mañana, cuatro hombres se presentaron en el stand de Kawasaki con el pretexto de que había que llevarse cuatro de las motos allí expuestas, para su posterior transporte hacia los centros de logística de la marca en el país.
Al parecer, dos de ellos sí que eran trabajadores del lugar, pero lo que no cuadraba era el número de motos que debían llevarse, en este caso tres, no cuatro, como habían argumentado las personas encargadas de esta labor.
Un responsable de la marca se percató de este dato poco después de que estos salieran caminando con las cuatro motos camino del almacenaje para su posterior transporte.
En ese momento, la policía militar encargada de la seguridad del evento activó un dispositivo de búsqueda dentro y fuera del recinto ferial, bloqueando todas las salidas. Lograron así dar caza a los cacos y recuperar la Kawasaki KX250X una hora más tarde.
Al parecer la moto estaba dentro de un camión con matrícula alemana, donde también se encontraban el citado padre e hijo, que fueron conducidos hasta la comisaría más cercana para tomarles declaración y abrir una investigación para averiguar realmente lo ocurrido.