Puig ha desvelado recientemente un proyecto de diseño en el que ha estado trabajando, Everflowing Design. Con él que quieren dar a conocer al mundo su visión de lo que debería ser la motocicleta del futuro, y qué accesorios portaría para hacerla aún mejor. Estas ideas las han depositado en la “Diablo”, un ejercicio de creatividad donde han dejado volar la imaginación.
De esta forma Puig sigue fiel a su filosofía de trabajo, donde la mejora continua de los modelos estándar a base de accesorios diseñados para ello, es la finalidad del mismo. Esto toma forma en la Diablo, que ha sido desarrollada a partir de una Yamaha MT-09 y donde se han mejorado diferentes aspectos de su diseño inicial para hacerla más eficiente. Prueba de ello son las modificaciones en la posición de conducción, mejorando la aerodinámica general y protección del piloto.
Otras mejoras se han llevado a cabo a base de la incorporación de accesorios diseñados por la propia marca. Entre ellos destacan los alerones móviles frontales y laterales. También una cúpula frontal elevable electrónicamente con hasta 100 mm de recorrido. El mecanismo es continuo y permite adaptar la altura donde se quiera. Deja atrás los sistemas por posiciones actuales. En definitiva buscando la máxima ergonomía gracias a componentes dotados de lo último en tecnología. Esto también es visible en la quilla donde se ha buscado un mejor fluir, y refrigerar sus componentes mecánicos de una manera más eficiente. Por otro lado aporta estilo y personalidad.
Otro de los componentes que más destacan en la Diablo son las dos tapas laterales que montan sus llantas, buscando una mejor refrigeración de la frenada. Estas van ancladas a un esqueleto en aluminio para rigidizar el conjunto. También el colín recibe cambios, con una tapa trasera en la que una hendidura central desvía el flujo de aire hacia los lados, junto a una pieza inferior que sujeta el minimalista grupo óptico posterior. Todo ello contribuye a una mejor aerodinámica con una menor carga sobre el piloto.
En definitiva la Diablo se presenta como una visión de lo que nos puede deparar el futuro dentro del sector. En este aspecto Puig tiene mucho que decir, y sigue trabajando para crear componentes que mejoren nuestras motocicletas, como así apuntaba Joan Puig, Director Comercial de Puig, durante el acto de presentación de la Diablo: «Con implicación y pasión. ADN de una empresa familiar como la nuestra, que hoy ya pilota la segunda generación con el mismo compromiso de los inicios para ser un referente de los accesorios de moto a nivel mundial».
Berta Perarnau, responsable de diseño, también daba su opinión sobre este proyecto: «Es la primera vez que nos enfrentamos a un proyecto de diseño tan libre, ha sido un reto y un aprendizaje muy interesante para todo el equipo que nos ha permitido ver lo que somos capaces de hacer y de él han surgido nuevas líneas de diseño y muchas ideas para el futuro.» Por su parte, Miquel Vallribera, diseñador principal, destaca que «queríamos abrir el debate sobre cómo puede ser la moto y los accesorios del futuro, mostrando cómo nos la imaginamos en Puig y el resultado, la Diablo, creo que es el exponente perfecto, con la aerodinámica activa, la protección, la funcionalidad, y la estética como principios de diseño».
