Mientras que el Yamaha NMAX 125 que pudimos probar en su presentación internacional (puedes leer la prueba aquí) estaba pensado para un uso tanto urbano como semiurbano con tramos de vías rápidas, el Yamaha D’elight 125 tiene un claro corte urbano con el transporte dentro de población como principal objetivo.
Estamos ante un modelo que de entrada es muy ágil. Tuvimos la oportunidad de conocerlo por las calles (estrechas) de Sevilla y desde el primer momento queda claro que sus prestaciones son las ideales para un entorno con tráfico y poco hueco. El marcar poco más de 100 kilos en la báscula ayuda y mucho a esta sensación de agilidad y ligereza, que junto con la comodidad, el precio y el bajo consumo son los cinco pilares en los que podría asegurar que se sustenta el modelo.
En marcha
Si ya el consumo del NMAX es bajo en el D’elight es todavía inferior, bajando de la barrera de los dos litros a los cien homologados, ni más ni menos que 1,8. Pocos vehículos de movilidad personal vamos a encontrar con un consumo energético tan bajo. Para conseguirlo este motor refrigerado por aire (una de las grandes diferencias que tiene con su hermano) se basa en la baja fricción interna de sus componentes. El interior del cilindro tratado con Diasil, un nuevo cigüeñal y una nueva cámara de combustión tienen parte del mérito, pero también lo tiene en el sistema “Start&Stop” que incluye de serie y que no sólo ayuda a bajar el consumo sino que además hace más agradable la vida en la ciudad a quienes no van en la moto al rebajar el ruido cuando no está en marcha a la vez que baja las emisiones.
El motor
Ya que estamos haciendo repaso al motor, hay que decir que sus 8,3 CV lo sitúan lejos del límite legal pero son más que suficientes para desenvolvernos con soltura entre el tráfico. Por rondas e incluso circunvalaciones de 80-90 km/h iremos bien, pero a partir de esa velocidad no podremos ir mucho más rápido. No hay que perder de vista que, por un lado, este scooter está diseñado para movernos por la ciudad, mientras que por el otro, el límite de carreteras convencionales es de 90 y las autopistas de salida de las ciudades suelen estar limitadas igualmente a 80-90 por lo que podría valernos para hacer este tipo de trayectos teniendo en cuenta esta limitación.
Estamos ante un scooter de corte económico y esto, además de en un motor menos potente, también lo podemos notar en detalles como el hecho de que cuenta con frenada combinada y no ABS. Es eficaz en el apartado de frenos y la moto se puede detener con contundencia sin que se bloquee la rueda delantera gracias tanto a los neumáticos que monta de serie como a sus suspensiones. Aun así, como siempre decimos, un ABS le vendría de lujo a pesar de que entendemos que incrementaría el precio por lo que la opción de la frenada combinada es la más lógica para contener costes de fabricación.
Los detalles
En el tiempo que pudimos estar subidos encima de la Yamaha D’elight 125 me quedó claro que no solamente es una moto ágil para la ciudad, es una moto cómoda para moverte por la urbe. Su plataforma te permite estar colocado con naturalidad y comodidad durante todo el tiempo que necesites sin acusar molestias por la postura, además su asiento es lo suficientemente mullido para que nuestras posaderas no sufran con el paso de los kilómetros. Además de lo cómodo que es su asiento, debajo guarda otra de sus armas y es que el espacio que encontramos es potente y nos permite guardar un casco integral (según Yamaha XL) en nuestro caso hemos podido meter nuestro HJC RPHA11 de talla S sin problema y sobrando espacio para guardar más cosas de cierto volúmen como los chubasqueros que llevábamos encima y que, por suerte, no hubo que usar aunque el cielo amenazaba tormenta.
