Si los niños se divierten y se lo pasan bien con los triciclos ¿por qué los mayores no iban a poder? Esta es la conclusión a la que se puede llegar después de observar la gran obra de mecánica, reciclaje y acoplamiento que han llevado a dar vida a este trike con motor V8 proveniente, ni más ni menos, que de un Ford Flathead de 1948.
En cuanto al chasis, todo indica a que procede de uno de esos antiguos Harley-Davidson Servi-car, un vehículo de tres ruedas que se emplearon durante varias décadas del siglo pasado en los Estados Unidos por todo tipo de servicios públicos. Desde policías a enterradores contaron con la ayuda de uno de los iconos de los trike de la vieja escuela.
Las ruedas traseras son, obviamente, mucho más anchas que la delantera. Son las encargadas de transmitir la potencia al asfalto y directamente proceden de los coches. Se trata de unas Goodyear Eagle F1 de 285-40-R17. Por contrapartida la rueda delantera es mucho más alta, respetando la cultura chopper, con 21 pulgadas.
Aún así, con todo el esfuerzo realizado para llevar a cabo el proyecto, una de las cosas más espectaculares del mismo es el bramar de un motor de más de 60 años que, como se puede apreciar en el vídeo, aún enarmora.