La legendaria Roadog, obra del genial William Gelbke, vuelve a ser noticia gracias a los chicos del canal de YouTube Wheels Through Time ,que recientemente han logrado ponerla en marcha e incluso rodar con ella.
Para los que aún no conozcan este singular artilugio de dos ruedas lo mejor es definirla a base de cifras, y seguramente a más de uno se le quedará la boca abierta tras conocerlas: Casi 5,2 metros de longitud, unos 1.500 kilos de peso y una distancia entre ejes de 3,2 metros (No será ágil, pero debe ser bastante estable ¿no?).
Historia y creación de la Roadog
Ironías apart,e la curiosa historia de la Roadog está indivisiblemente ligada a la vida de su creador, William “Wild Bill” Gelbke, graduado en ingeniería electrónica y aeroespacial.
En los sesenta fundó su propia tienda de motos, Gelbke Motorcycle Co, para posteriormente darle forma a cacharros como esta Roadog o la Gelbke Auto Four, una mega cruiser equipada también con motor de coche.
Ahora los chicos de Wheels Through Time han trasladado la Roadog al museo Dale’s Wheels Through Time en Maggie Valley, Carolina del Norte, propiedad de Matt Walksler para devolverla a la vida.
Hasta ahora nuestra protagonista descansaba en las instalaciones del Museo Nacional de la Motocicleta en Anamosa, que desgraciadamente echaba el cierre el pasado 5 de septiembre.
Buena parte del material allí expuesto fue subastado del 6 al 9 de septiembre de 2023 por Mecum Auctions, dentro del lote John Parham Estate Collection.
Entre todas las monturas que buscaban nuevo hogar estaba por supuesto la Roadog, adquirida finalmente por alguien que posteriormente se la vendió a Sean del canal de YouTube Bikes and Beards.
Este último optó por llevársela a Matt Walksler y su equipo para su puesta en marcha, y el resultado es el video que podéis ver sobre estas líneas. Recordemos que la Roadog equipa un motor de cuatro cilindros y 2.400 cc proveniente de Chevy Nova II.
Con todo es capaz de catapultarse hasta lo casi 150 km/h, pero la pregunta es ¿alguien en su sano juicio sería capaz de intentarlo?
Finalmente, los amigos de WTT se echan a la carretera con ella, incluyendo un “casi vuelco” en parado que pone los pelos de punta.
En cualquier caso, sin duda, ha merecido la pena el esfuerzo llevado a cabo para volver a ver a la Roadog rodando nuevamente, como seguro que le hubiera gustado ver a “Wild Bill” padre de la criatura.