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Polaris llama a la puerta de MV Agusta

Fotos: MV Agusta
Un nuevo actor entra en escena dentro del conflicto que vive MV Agusta. El fabricante Polaris podría llegar al rescate de la marca, que busca liquidez para poder seguir adelante con sus ambiciosos planes comerciales.

Los apuros financieros por los que pasa MV Agusta requerían de una nueva inyección económica, pero el Grupo Daimler AG, propietario de Mercedes, que posee el 25 por ciento del accionariado de MV Agusta, ha decidido no incrementar su participación en la empresa. Inicialmente el objetivo de Daimler era pasar a controlar la empresa italiana, pero ha habido un cambio de planes, y antes de dar ese paso MV Agusta debería presentar un plan industrial creíble.

Para afrontar la situación, Giovanni Castiglioni plantea una reducción de la producción, que se pasaría de las 9.000 unidades actuales a menos de 6.000, con los consiguientes ajustes que ello supone. Esta reorganización de su plan de producción afectaría, lógicamente, a la inversión en el desarrollo de nuevos modelos, entre ellos la nueva F4, que seguramente se quedaría fuera de la esperada renovación de su catálogo.

MV Agusta disfruta por el momento de la liquidez suficiente para hacer frente a sus pasos a proveedores gracias a dos créditos suscritos con Deutsche Bank y la Banca Popolare dei Milano, por una cuantía de 20 millones de euros, pero precisa de una nueva inversión para no hipotecar el futuro de la empresa, y esta podría llegar de la mano de Polaris, que ha mostrado su interés por entrar en el accionariado de MV Agusta. El fabricante norteamericano está en proceso de expansión hacia nuevos segmentos del mercado tras haber adquirido hace dos años Brammo, especialista en motos eléctricas.

La situación es delicada, porque si la receta para contener el gasto y reducir el endeudamiento pasa por recortar la producción, esta política comercial supone asumir un amplio riesgo al exponer a la marca a uno o dos años sin renovación en su catálogo, una situación difícil de asumir por cualquier fabricante. De hecho, tras haber incrementado su producción un 35 por ciento en los tres últimos años, el reducción que debe acometer supone regresar a las cifras de 2012, obligándose a renunciar a la puesta de largo de tres modelos de 1.000 cc que tenía previsto lanzar este año.

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