Los vehículos autónomos y las ayudas a la conducción son, sin lugar a duda, una parte muy importante del futuro de la automoción. Cada vez son más los vehículos que emplean sistemas de inteligencia artificial o se apoyan en radares, cámaras o GPS para aumentar la seguridad en la carretera y se espera que estos sistemas vayan en aumento hasta poder llegar, como decíamos, a un futuro con vehículos autónomos. Según los estudios, la conducción autónoma evitará muchos accidentes, pero es una tecnología aun en desarrollo y, parece ser, que ha causado algunos problemas serios en Estados Unidos.
Las motos y las bicicletas son el gran punto débil de las marcas que tienen en su mercado sistemas de autoconducción. Tesla, en concreto, ha protagonizado dos accidentes mortales durante el pasado mes de julio en el que sus sistemas no fueron capaces de determinar que había un obstáculo en la calzada, en este caso una moto que estaba circulando. Se da la circunstancia de que se trataba de dos modelos diferentes de la firma estadounidense y que, al parecer, ambos estaban circulando con el autopilot puesto. Antes de seguir hay que recalcar que en Europa el sistema de conducción autónoma no está habilitado, sino que es un híbrido que precisa de la supervisión constante del conductor.
Volviendo al caso que nos atañe, los compañeros de InsideEVs han elaborado una teoría sobre lo que puede estar pasando, pues aunque inicialmente el punto más débil del autopilot era reconocer motos y bicicletas, en un principio parecía que todo estaba solucionado. El sistema se basaba en radar y cámaras que iban comprobando todo lo que sucedía en el entorno del coche. Sin embargo, resulta que en febrero de 2022 Tesla eliminó los radares basándose solamente en las imágenes captadas por las cámaras.
La inteligencia artificial capta las imágenes, las analiza e interpreta, tal como haríamos nosotros, y es aquí donde parece llegar el problema, al menos en teoría. Las dos motos involucradas en el accidente son motos con dos pilotos traseros en lugar de uno y los accidentes ocurrieron de noche. Es entonces cuando entra en juego la posibilidad de que la inteligencia artificial interpretase mal lo que estaban recogiendo las cámaras, dando por hecho que era un coche en la lejanía cuando en realidad eran los dos pilotos mucho más pequeños de la moto y mucho más cerca.
Cierto es que no se sabe lo que podría haber pasado si el sistema hubiera llevado incorporado el radar, pero todo hace pensar que si hubiera reconocido la distancia con un obstáculo mucho más pequeño, y no hubiera interpretado que es un coche no se hubiera producido el accidente. No es la primera vez que los Tesla se ven envueltos en problemas con vehículos de menor volumen y la industria es consciente que es uno de los grandes desafíos que tienen los vehículos autónomos.
Y ¿por qué Tesla ha dejado de montar radares? Es una buena pregunta y solo la conjetura de un ahorro en material para alcanzar mayores beneficios podría encajar con solvencia. Al fin y al cabo, sistemas de seguridad redundantes hacen que, en caso de que falle uno, el otro evite el desastre. ¿Y cómo evitar verse envuelto en un accidente similar durante la noche? Los expertos aconsejan que en caso de percibir que viene un coche por detrás se hagan movimientos laterales dentro del carril, pues existe la posibilidad de que así la inteligencia artificial sea capaz de reconocerlo. Es más, este fallo de la inteligencia artificial también puede ser un fallo que perfectamente podría cometer cualquier humano a oscuras al no percibir bien las distancias. Cuando eso sucede se trata de un simple (y triste) error humano, pero cuando la tecnología que tendría que hacer todo más seguro falla es noticia, una noticia que esperemos no vuelva a repetirse.
