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Pizarras en competición: la mejor manera de informar al piloto

Fotos: Equipos / Google Images
Aunque la tecnología avanza, la realidad es que a día de hoy la mayor parte de la información que recibe un piloto de cualquier especialidad sigue siendo a través de las pizarras. Dependiendo de la disciplina sus características varían, pero al final todas buscan transmitir la mayor información posible de manera rápida, eficaz y sencilla.

Lo primero que hay que hacer es ponerse en situación. Cualquier piloto, cuando está subido en su moto intentando arañar décimas al crono y más aún si está enfrascado en mitad de una carrera, necesita cierta información al respecto. Saber el tiempo por vuelta, la distancia con el piloto que lleva delante, el tiempo de sesión o las vueltas que quedan para terminar, si lleva a alguien cerca o a cuanto tiempo… se antoja vital para poder implementar uno u otro ritmo. Aunque gracias a al tecnología hay algunos de estos datos que podemos tener a nuestro alcance, especialmente en velocidad y estamos hablando del tiempo por vuelta y poco más, a día de hoy la mejor manera de saberlo es contar con una pizarra que nos indique lo que necesitamos saber.

Y lo primero que necesitamos tener claro es que cada especialidad tiene sus necesidades, con sus diferentes pizarras e informaciones, algunas más tecnológicas y algunas más rudimentarias, pero para que una pizarra funcione tiene que cumplir dos requisitos básicos: que esté colocada en un buen lugar y que se haya pactado antes qué información se va a ofrecer y en qué orden. A partir de ese punto, cada piloto tiene sus gustos y necesidades, e incluso a veces aunque pensemos que no tienen sentido las informaciones que se les están dando, en realidad están usando mensajes cifrados al más puro estilo de unos espías.

Las pizarras en velocidad

Como disciplina mayoritaria, son las que más acostumbrados estamos a ver. De aluminio, de carbono, pintadas, en bruto… da igual el acabado, que su misión es la de hacer de “ordenador de tierra” del piloto al que va destinada la información.

Dependiendo del campeonato, las pizarras son más o menos sencillas. En algún regional incluso podremos ver aún pizarras de las de tiza, al más puro estilo de aquellas que se usaban en los ’70 y que muchos recordaréis del mensaje de amor que Stephanie McLean mandó a Barry Sheene o, anteriormente, a Soili Saarinen, esposa de Jarno Saarinen mostrando la pizarra en biquini al finlandés volador. Otros tiempos, sin duda.

En el pasado, las pizarras de velocidad eran

Pero lo cierto es que la mayoría emplean pizarras con placas marcadas con números en vinilo, grandes, fáciles de leer por parte del piloto y de manejar en el caso de los mecánicos que se encargan de poner la información. En función del piloto y su equipo, la información, especialmente el cómo se pone, varía. Eso sí, la realidad es que siempre se recoge el puesto, la diferencia del piloto que precede (si es que existe), el que viene detrás y las vueltas que quedan. A partir de ese punto se comienza a complementar esta información en función de las necesidades, como el número de pilotos que ruedan en grupo, el mapa de gestión de motor que debe emplear, incluso mensajes de ánimo. En sesiones de entrenamiento, incluso hemos llegado a ver como algunos pilotos utilizan mensajes para saber cuando es el momento de tirar o si lleva a algún rival al que pueda ayudar a “levantarle” el tiempo.

Las pizarras en resistencia

Lógicamente, en las carreras de resistencia juega un papel aún más relevante que en otras competiciones. La estrategia es infinitamente mayor y, por eso, las pizarras tienen un papel vital. El “problema” que se encuentran en resistencia, además de que las motos vuelan en la recta y ruedan a un ritmo superior al de la mayoría de campeonatos nacionales, es que lo hacen también de noche o con poca luz ambiental y aunque equipan faros no son suficientes para ver los datos de manera cómoda. ¿La solución? unas relativamente sofisticadas pizarras electrónicas que marcan de manera digital la información.

A diferencia de las pizarras convencionales, estas se accionan desde una cabina y están más altas de lo habitual en las carreras, por lo que el piloto la puede ver desde más lejos. Es una solución llamativa, pero también eficaz para mantener al piloto informado y motivado relevo tras relevo. Igualmente y aunque el tema del repostaje se planifica con tiempo, también pueden indicar al piloto que entre a box si hay un cambio de estrategia o le informen del mapa de motor a emplear, así como de la diferencia con quienes les preceden. Además, como las carreras de resistencia se disputan en condiciones adversas en muchas ocasiones, las cabinas suelen estar cerradas para hacer más cómoda la estancia a los informadores.

Las pizarras en motocross

Son, que duda cabe, las más sencillas. En lugar de sofisticados paneles luminosos como en el caso de la resistencia o caras estructuras metálicas o de carbono, en el off road se recurre a la pizarra de toda la vida. Bueno, de toda la vida no. Se tratan de pequeñas pizarras de rotulador, con asas que permiten agarrarlas bien a la persona que está sujetándola.

Como el tiempo suele estar mostrado en paneles de la organización, las pizarras únicamente informan de la posición y, en determinadas ocasiones, la distancia con el piloto de adelante o de detrás. En cualquier caso, la facilidad que permite borrar con la mano, hace que se puedan escribir otros mensajes en caso de necesidad. Igualmente, aunque la velocidad es inferior a la de otras disciplinas, el hecho de contar únicamente con la punta del rotulador hace que haya que afinar mucho la vista para poder aprovechar toda la información.

Es posible que sin pizarras, al igual que sin cinta americana, las carreras de motos no existieran. Pero también es cierto que el paso del tiempo es inexorable y es más que probable que todas estas informaciones terminen llegando en un futuro a los pilotos por medio de otros medios. Es difícil que sea la radio, un método no tan antiguo como la escritura pero con más de 100 años de historia, sea ese medio ya que se ha probado y los resultados no han sido especialmente satisfactorios. Eso sí, quizás las nuevas tecnologías y especialmente la realidad aumentada podrían tomar el relevo a las pizarras. Eso sí, el día que esto suceda, las carreras de motos habrán perdido uno de sus alicientes y, sobre todo, mucha de la estrategia que vemos y disfrutamos aún a día de hoy.

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