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Hay dos países de la Unión Europea que plantean subir a 150 km/h el límite en autopistas

Una medida que choca directamente con las políticas de la DGT
La Unión Europea engloba países con diferentes formas de afrontar muchos puntos, uno de ellos el de los límites de velocidad.

Desde que se creó, la Unión Europea ha ido viendo como iban ampliándose los países, con la llegada de España incluida en 1986. Esto hace que haya muchas políticas conjuntas de los países miembros, pero aun así hay muchas materias en las que cada país tiene su capacidad de decisión, y a nivel de límites de velocidad cada uno puede establecer los que estime oportuno.

Aunque en términos generales y por sentido común están bastante unificados, especialmente en zonas residenciales, de viviendas y también por la contaminación, luego nos encontramos con diferentes límites en otros lugares.

Actualmente los límites de velocidad no son homogéneos en toda Europa

Una de estas diferencias llega en las autopistas donde hay países con límites de 130 km/h, otros como España que las tiene limitadas a 120 km/ o incluso países como Alemania y sus conocidas “Autobahn”, que tienen tramos en los que simplemente no hay límite de velocidad.

Los dos países de la Unión Europea que quieren límites más altos

Pues bien, ahora hay dos países de la Unión Europea que saltan a la palestra por querer elevar la velocidad máxima hasta los 150 kilómetros hora. Se trata de República Checa e Italia. De hecho, los checos ya circulan a 130 y la medida para pasar a 150 ha sido aprobada para ciertos tramos y, por ahora, hasta 2026.

También se lo han planteado en Italia, donde esta pasada primavera se puso encima de la mesa, de nuevo, pensando únicamente en tramos concretos y no en toda la red. En el caso del país transalpino no hay todavía nada aprobado, pero fue el propio ministro de Infraestructuras y Transportes quien abogó por ello.

En España los límites son de 120 km/h

Mientras, en España, esta medida ni está ni se la espera. Y aunque es cierto que podría implantarse por tramos como en los dos países mencionados, es clara la posición en contra de la DGT. Igualmente, tampoco hay que perder de vista que en un tiempo de escasez de combustibles como la actual, aumentar la velocidad no parece lo más acertado.

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