Dice el refrán que «unos nacen con estrella y otros estrellados». Dicho esto, tenemos de un lado a Lee Johnston, piloto y campeón del Superstock 600 que además se pasea por colecciones de motos como la que hoy os mostramos. De otro a un servidor, que se pasa el día dándole a la tecla contando historias como esta con las que se le queda un sabor agridulce, más agrio que dulce a decir verdad. Ahora si queréis, ya podéis colocarnos a cada uno en la parte correspondiente de la célebre frase de nuestro acertado refranero.
Puesto cada uno en su lugar vamos a centrarnos en la colección, si es que uno puede llegar a tal estado fisiológico tras los 22 minutos que dura el video que nos ofrece Johnston en su canal de YouTube. Posiblemente estemos ante la colección de motos más grande de Reino Unido y, hasta la fecha, solamente comparable con otra que también os mostramos hace un tiempo, de la mano de otro ilustre de los circuitos, Shane Byrne.
Al igual que entonces el nivel del material allí expuesto es simplemente espectacular y casi único en el planeta. Desde motos ganadoras de títulos mundiales, pasando por las deportivas más icónicas de los 80 y 90, hasta viejas glorias del siglo pasado que representaron el comienzo del emergente sector de las dos ruedas y que hoy día son consideradas joyas de museo dentro del mundo de la automoción. Podríamos tirarnos un buen rato nombrando modelos de los que se dejan ver en esta impresionante colección, aunque algunos de ellos ocupan ya un hueco en la historia de la motocicleta.
Desde las Honda RC30 o RC45, pasando por la Kawasaki ZXR750, Yamaha YZF-R7 OW-02, BMW K1 o una buena retahíla de Suzuki GSXR en diversas cilindradas y de distintas añadas. A ello debemos sumarle las motos de carreras de campeones de la talla de Joey Dunlop o una exclusiva Yamsel, entre otras, una moto de competición equipada con mecánica de Yamaha y chasis obra de Colin Seeley.
El festín visual se completa con la multitud de imágenes que hay en las paredes autografiadas por los pilotos que aparecen en ellas, gorras y camisetas de infinidad de escuderías de competición de diferentes temporadas. También una colección de los cascos más icónicos que han portado pilotos internacionales a lo largo de sus carreras, por supuesto con la firma de estos. ¿Se puede pedir más? Bueno, si de pedir se trata, que yo sea el tío que está cámara en mano y que este se venga a mi puesto a darle a la tecla. ¡Larga vida a las Old School!