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No, no es una Honda CB750, se trata de una Honda CB1100

Un “trampantojo” de primera
Fotos: Ebay
En 2014 Honda decidió sacar al mercado una versión actualizada de la CB1100 con todos los elementos de una moto retro y con cierto aire a la mítica CB750. Pues bien, hay una preparación que la convierte prácticamente en ella.

A día de hoy estamos acostumbrados a las motos neo-retro que han ido cogiendo un espacio en el mercado para los más nostálgicos. Motos que tienen una apariencia clásica pero con unas prestaciones al nivel de las motos más actuales. Hay grandes modelos que se comportan además de lujo cuando nos subimos a ellos y que, además, no implican tener que sufrir con las problemáticas que puede ofrecerte una moto veterana.

Pero hace ya ocho años Honda decidió ir un paso más lejos y actualizó su CB1100 para ofrecer al público una moto que en cierto modo era una neo-retro porque se había fabricado en la actualidad, pero que seguía siendo fiel a las motos de antaño. Esto quiere decir que no solo la estética era de estilo retro, también la mecánica prescindía de algunos elementos actuales como los radiadores a la par que conservaba inyectores y otros elementos. De golpe y plumazo pusieron un señor motor en la calle que no solo funcionaba, tenía rendimiento y no se rompía, sino que conservaba la estética.

Los fuelles y el guardabarros delantero casi nos hacen olvidar el gran equipo de frenos que lleva

Pues bien, para algunos propietarios el toque clásico y evocador de la nueva CB1100 no era suficiente y es por ese motivo que hubo una empresa japonesa decidió dar un giro de tuerca extra y sacar un kit específico que terminaba de convertir la CB1100 en el clásico en el que se basaba. Conservando, lógicamente, la mecánica y la parte ciclo se centró en la parte estética. Así el truco de moto con rendimiento actual y estética retro seguía estando vigente.

Para conseguir darle ese toque tan especial y característico el cambio estético es mayúsculo. De entrada resaltan los dos guardabarros cromados tanto por ese acabado como por su forma y las tirantas del delantero. Poco más setentero hay que un guardabarros con tirantas. Aun así no es lo único y es que el propio depósito también fue sustituido y se le incluyeron fuelles a las suspensiones delanteras. Pero estarás pensado que hay algo más y, sí, efectivamente. El asiento también es totalmente diferente e incluso se le cambió la placa lateral además de darle a las partes metálicas no cromadas el color azul denominado Candy Blue/Green del repertorio de Honda a la par que los detalles se pintaron en un precioso color dorado todo al más puro estilo de la CB750 Four del 69.

El acabado es en el azul original de la CB750 Four del 69

El resultado final, hay que reconocerlo, es tan espectacular que si no estás viendo a la vez una imagen de una CB750 Four te costará encontrar las diferencias. Las más evidentes las encontramos en las llantas, que antaño eran de radios, el freno delantero (ahora tiene dos y frenan de verdad), le faltan las botellas de los amortiguadores traseros y el escape es un dos en uno por cada lado. Aun así, es un trabajo alucinante. La última unidad que hemos visto así estaba en Alabama, Estados Unidos y su precio de venta llegó hasta los 12.000 dólares (al cambio actual 12.000 euros).

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