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Motos que no llegaron a la serie (V): Montesa Fura Scooter

Fotos: Archivos SMN
Final de los años 50. Vespa ha triunfado y en media Europa resulta un éxito, incluyendo nuestro país, donde MotoVespa S.A, en pocos años, se ha convertido en una de las fábricas más importantes. Es entonces cuando Montesa crea el Fura, un original scooter que nunca llegará a la serie.

Años 50. Montesa, fundada a finales de los 40 por los socios Pedro Permanyer y Francisco Bultó comercializa con cierto éxito los modelos Brío, pero tiene que pensar en el futuro. Y lo cierto es que Vespa, el scooter que han inventado los italianos poco antes de la fundación de Montesa tiene un éxito importante. Tanto como para que Lambretta les haya seguido en la producción de este tipo de vehículos y otras muchas marcas se estén introduciendo en ese mercado.

En España no es fácil. Hay cupos de importación, la maquinaria para estampar chapa no es barata y ni siquiera es fácil conseguir acero de calidad para hacer “virguerías”. Pero Permanyer tiene claro que el scooter es un vehículo que, a finales de los 50, tiene un brillante porvenir.

Le encarga a su socio el proyecto. Pero su socio, Bultó, está en esto de fabricar motos por las carreras. El quiere hacer motos rápidas y deportivas, que ganen carreras. Y un scooter no es precisamente eso. ¿Sería esta una de las desavenencias que acabó con la ruptura entre ambos? El caso es que ante la negativa de Bultó, Permanyer le encarga el proyecto a otro ingeniero del departamento de diseño de la marca: Leopoldo Milá, el que unos años después diseñó la Impala y todavía un poco más tarde la Cota 247, alabada y premiada por su diseño en todo el mundo.

El Fura, en la imagen grande junto con una foto de la época

Milá desde luego fue un genio en esto de diseñar motos exitosas, originales y económicas. La Impala y la Cota 247 así lo atestiguan, pero otros proyectos, como éste, a pesar de no haberse vendido al público, demuestran su ingenio. Ante los problemas para elaborar complicados diseños en chapa estampada Milá recurre a fabricar su scooter con sólo unas chapas dobladas en “U”. Una es el cuerpo principal del scooter, sobre el cual y por unos raíles se colocan los asientos individuales y con respaldo. Con este sistema puedes además regular la distancia al manillar o entre ellos. E incluso puedes llegar a convertirlo en tres plazas (entonces sí se hubiera podido homologar, ahora lo dudo mucho) o poner un transportín u otros accesorios detrás con facilidad. La otra “U” de chapa es el morro del scooter, en el que se embute un gran faro. Más original, pragmático, económico de fabricar e incluso original, imposible.

Pero no sólo era todo eso. Si te fijas en las fotos, este scooter del año 58 llevaba intermitentes, algo que ni siquiera las motos grandes solían llevar. Lógicamente, y aunque hay poca información al respecto, llevaría un motor derivado del motor Brío que estaban fabricando. La solución para el mando del cambio fue la que se empleaba en la época: al puño y con cables.

Sin embargo y a pesar de la lógica abrumadora de este scooter su historia fue corta: en el 58 se presentó en el Salón de Ginebra. Había dos prototipos fabricados y tuvieron buena acogida. Sin embargo justo son los años en los que en España cambia “el asunto industrial” : ya se puede conseguir chapa de calidad y maquinaria para embutir, lo que dejó al Fura anticuado en el mismo momento de su nacimiento.

Uno de los poco más de 1.500 Micro Scooter de 4T que Montesa fabricó desde 1963

Montesa y Permanyer no tiraron la toalla. Los scooters seguían siendo muy interesantes y no quería renunciar a ellos. Con D. Paco Bultó fuera de Montesa y fundando la que sería su gran rival, Bultaco, Montesa llegó a una acuerdo con Laverda. Acababan de presentar (ellos también, como todo el mundo) un scooter. Ligero, con motor de 4T de 49cc, con una versión de 60cc también de 4T se fabricó por Montesa y fue conocido como Micro Scooter. Se construyó desde el 63 hasta el 73 y pasó por la historia de Montesa con más pena que gloria, con 1.580 unidades fabricadas en 10 años. No fue precisamente uno de sus grandes éxitos, desde luego.

Y sí, hubo un Fura, por eso te suena el nombre. Sólo que no fue un scooter si no la antecesora de la Cota 49 y Scorpion 50, un ciclomotor de campo de 49cc con el motor fabricado por Montesa con licencia de los alemanes JLO que después emplearon esos otros ciclomotores. Y como el Micro Scooter, tampoco el ciclomotor Fura tuvo gran éxito: un ciclomotor adelantado a su tiempo, con soluciones como el kit de asiento-deposito que después triunfó en las Cota y con ella en el resto de trialeras hasta ahora.

La Montesa Fura que si llego a la serie fue este ciclomotor de campo

¿Y si hubiesen fabricado el Fura diseñado por Milá? A lo mejor en la historia de la moto en España se hubiese hablado aún más de Montesa y un poco menos de Vespa o Lambretta.

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