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Motos, metro y Tokio: la historia detrás de una catástrofe

El terremoto de 2011 cambió todo en la ciudad nipona
Fotos: Mosai
El próximo mes de marzo se cumplen 11 años desde el devastador terremoto de 9,1 grados en la escala sismológica de Richter, que derivó en un sunami y que terminó costando la vida a 18.000 personas en Japón. Poco después se puso en marcha un sistema de rescate que todavía hoy sigue activo.

Seguro que tienes marcado en tu cerebro aquellas imágenes del implacable tsunami que se tragaba parte de la costa de Japón hace ya casi 11 años. Un desastre natural en la que más de 18.000 personas perdieron la vida y que, además, acarreó serios problemas en infraestructuras, industrias e incluso en la famosa central nuclear de Fukushima. El terremoto de magnitud 9,1 en la escala sismológica de Richter ,sigue siendo a día de hoy, el mayor seísmo que ha vivido el país nipón que, por otra parte, está acostumbrado a este tipo de fenómenos.

La cuestión es que tras la devastación que afectó principalmente a la zona noreste de Honshu, la isla principal del país, comenzaron a tomar nuevas medidas de protección y de actuación frente a la catástrofe. Es en este punto en el que entra en acción la moto y sus ventajas, y es que fue involucrada dentro del dispositivo de respuesta a emergencias.

Las motos tiene unas pequeñas protecciones y un topcase

En un primer momento puede sonar a poca cosa, pues es habitual que las motos formen parte de dispositivos de emergencias ya sean como parte de los cuerpos de seguridad o de los servicios médicos. Pero la gran diferencia aquí está en el lugar de actuación de esas motos, que no es otro que el subsuelo de Tokio, concretamente las instalaciones de metro.

Fue en 2013 cuando Tokyo Metro estableció el cuerpo de motos, que cuenta con un dispositivo de 60 personas preparadas para recorrer los túneles a los mandos de una de las 14 Yamaha Serow 250 que forman la flota. El motivo por el cual se eligió la moto es porque se trata de un vehículo mucho más ágil para atravesar los túneles y más aun en caso de que hubiera algún tipo de desprendimiento parcial o escombros. Aunque pueda parecer fuera de toda lógica, las instalaciones subterráneas han sido considerados menos sensibles a los efectos de terremotos en comparación con las estructuras superficiales. Es por eso que poder disponer de estos túneles en caso de emergencia, y que puedan ser utilizados, es tan importante.

En cuanto al entrenamiento, el cuerpo de emergencias suele trabajar en conjunto con el departamento de policía de Tokio para seguir afinando las técnicas de conducción y, de esta manera, estar lo mejor preparados posibles en caso de que un día puedan ser requeridos.

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