En total, durante el primer trimestre de 2015 71.467 motos cambiaron de manos, pasando a nuevos propietarios. De esa cifra, 55.302 unidades corresponden a motos y el resto son ciclomotores, lo que hace en su conjunto que el número de operaciones durante el ejercicio haya crecido un 2,3 por ciento con respecto a 2015. La venta de motos usadas crece un 3,1 por ciento, pero cae ligeramente la cifra en el apartado de los ciclomotores, con una pérdida del 0,3 por ciento.
El precio medio de venta ha repuntado, especialmente en los ciclomotores, lo que resulta especialmente llamativo. De hecho, este crecimiento se cifra en torno al 7,5 por ciento y deja el precio medio de venta del ciclomotor en 1.061 euros, mientras que las motos, con un incremento del 2,4 por ciento, queda en casi 4.000 euros: 3.989 para ser más exacto. Es decir, que el resultado en conjunto es doblemente positivo, porque además de incrementarse las transacciones, estas se traducen en mayores ingresos para los vendedores. Es en Baleares donde resulta más caro comprar una moto de segunda mano, con un coste medio de 4.895 euros, mientras que el lugar donde se pueden comprar más baratas es en Navarra, por 3.450 euros de media, una diferencia más que notable.
Otro detalle importante es el incremento en la demanda de motos de gran cilindrada. Las matriculaciones en los segmentos de alta cilindrada crece, pero la venta de usadas no le anda a la zaga. El 64 por ciento de las motos más demandadas son superiores a los 500 cc, y son las naked las más vendidas, por encima de motos trail y deportivas. Esta demanda se traduce en una amplia oferta en el segmento de las motos de 501 a 750 cc., que ocupa casi un tercio del mercado de segunda mano.
Honda y Yamaha son las marcas más vendidas, mientras que en el apartado de los ciclomotores son Yamaha y Piaggio.
