Propulsadas por un simple y robusto monocilíndrico de 4 tiempos 125cc refrigerado por aire, su baja altura de asiento y su diseño compacto hace a estas motos especialmente fáciles de controlar, permitiendo a la mayoría de pilotos llegar con los dos pies en el suelo en las paradas.

La nueva KLX 125 viste los colores de guerra de la casa, mientra que la supermotard D-Tracker saldrá decorada en negro.
Esta facilidad de uso se ve reforzada por la presencia de un arranque eléctrico y la injección electrónica. El chasis se ha diseñado específicamente para esta cilindrada, ofreciendo un compromiso ajustado entre comportamiento dinámico y peso.
Pequeños detalles entre la enduro y la supermotard
Pocas diferencias hay entre una y otra, pero haberlas, haylas. Partiendo de una misma base, cada modelo presenta pequeños detalles en función de su orientación enduro o supermotard. Junto con el obligado cambio de gomas, la horquilla delantera lleva fuelles de goma en la versión enduro y se muestra desnuda e invertida en la supermotard. Los retrovisores, redondeados en la KLX 125, en la D-Tracker son picudos, siguiendo la línea de los últimos modelos de asfalto de Kawasaki. Los discos de freno también son más generosos en la versión supermotard, más propensa a alcanzar velocidad por su uso asfáltico.