El afán recaudatorio del ayuntamiento de Barcelona no tiene límites. Hay que sacar dinero de donde sea y para ello se les ha ocurrido la creación de un nuevo impuesto, esta vez poniendo en el objetivo a los usuarios de motocicletas dentro de la ciudad. La idea es cobrarles 45 euros mensuales por el mero hecho de aparcar encima de las aceras, y si nada lo remedia es muy probable que esta nueva tasa se instale a partir del próximo mes enero.
De esta forma ya no son únicamente los automóviles los enemigos públicos número uno de la señora Colau y su gabinete de gobierno. Ahora le toca el turno a las motocicletas y todo ello, como siempre, escudado tras el pretexto de la ecología y el medio ambiente. Para ello crearon el PMU (Plan de Movilidad Urbana de Barcelona) con el que pretenden liquidar literalmente la circulación de vehículos dentro de Barcelona.
Según hemos conocido por los compañeros de El Debate, la intención del consistorio es reducir a un 20% el tráfico vehículos dentro de la ciudad de aquí a 2024, fomentando los desplazamientos en transporte público, bicicleta o a pie. Ssegún las cifras, en ese mismo 2024 esperan que un 7,5 % ciudadanía se desplace a pie, un 16 % en transporte público y hasta un 66% en bicicleta. Para ello se han sacado de la manga hasta 300 medidas de ordenación del tráfico con las que poder presionar y que su objetivo llegue a buen puerto.
Todo ello se encuentra en fase de alegaciones, aunque es de prever, viendo los antecedentes más recientes en esta materia, que es muy probable que logren implantar esta nueva tasa. Además, dentro de las medidas citadas hay algunas que brillan por si solas, como reducir a 30 km/h el límite de velocidad dentro de toda la ciudad. Hasta ahora solo estaba en vigor en determinadas zonas. La segunda, la de cobrarles la mencionada tasa de 45 euros a los motoristas que aparquen encima de las aceras.
Todo ello aun sabiendo que actualmente el 84% de los aparcamientos de motocicletas en las calles de Barcelona son ilegales, básicamente porque en los últimos años han ido reduciendo de manera drástica la zona blanca para aparcar este tipo de vehículos. De este modo se vuelve a poner de manifiesto que aquí lo único que importa es recaudar, importando entre poco y nada si las motos están bien o mal aparcadas o si ayudan a que el tráfico sea más fluido. Usted pague y nosotros miramos hacia otro lado.