Aunque las horquillas telescópicas son usadas en la mayoría de motocicletas, algunas marcas y modelos recurren a sistemas de otro tipo. BMW usa desde hace años su Telelever mientras que Honda, en su última GoldWing, optó por un sistema de horquilla Hossack de doble paralelogramo. Precisamente la marca japonesa lanzaba en 2018 dos patentes en las que montaba este sistema en una Honda CB1100 y una Honda Super Cub.
No es la primera vez que Honda patenta sistemas de este tipo, en este caso en scooter. Si hacéis memoria, en 2016 lanzó una patente de un sistema de los denominados alternativos. El sistema parecía una evolución del monobrazo que utilizaba la futurista Gilera CX125.
Una horquilla Hossack sobre bases ya conocidas
Honda ha utilizado la CB1100 para patentar ese tren delantero compuesto por una horquilla Hossack. Aunque es cierto que pensamos que hay pocas posibilidades de que llegue a producción en una motocicleta de este tipo. De igual forma el scooter también monta una suspensión delantera de doble paralelogramo.
Estas suspensiones tienen varias ventajas. Por ejemplo pueden llegar a ser más ligeros que una horquilla y su radio de giro es mayor. Pero el chasis debe ser más robusto a la altura de la dirección. Este sistema eleva además el centro de gravedad del conjunto y la modificación de la geometría (sobre todo la distancia entre ejes) aumenta aunque, por otro lado, se minimiza las transferencias en la fase de frenado donde la suspensión sigue absorbiendo las irregularidades que nos podemos encontrar.
Pero si tenemos en cuenta su mayor coste teórico y que, desde el punto de vista del usuario, no suele ver con buen pie cambios tan radicales en la concepción de una motocicleta (salvo raras excepciones), es difícil que llegue a las tiendas. O al menos que lo haga en un plazo relativamente corto.