Ser uno mismo con su moto, ese parece que debe ser el objetivo que tiene la policía motorizada de Japón. Ya sabes que en el país asiático se toman todo muy en serio, y que el trabajo es mucho más que un simple empleo. Los nipones tienen otra mentalidad, que en ocasiones es para bien y en otras para mal, pero lo que queda claro es que nunca se dan por vencidos.
La muestra la tenemos, como decíamos, en la policía motorizada de la que llevamos años disfrutando de sus gymkanas. Esas que fueron virales en la red antes de que tan siquiera se hubiera hecho popular el término, incluso antes de las redes sociales, en aquellos vídeos que circulaban por foros antes incluso de que Youtube fuera una realidad.
A todo el mundo les llamaba la atención ver la manera en la que eran capaces de manejar motos que, ni mucho menos, estaban destinadas a hacer esas maniobras. Pero el nivel de estupefacción aumentaba si, además de ser una persona “normal”, habías conducido una moto alguna vez en tu vida.
¿Qué hay detrás de la magia de la policía motorizada de Japón?
Aunque no es un secreto como tal, porque es evidente el motivo por el cual alcanzan ese nivel, sí podemos decir que la fórmula detrás del éxito en sus maniobras está en el meticuloso trabajo que llevan a cabo a diario.
Trabajan con motos de 300 kg, con jornadas de entrenamiento incluso una vez que ya han acabado la academia, que pueden empezar a las 6 de la mañana para acabar cuando cae la noche.
Y ojo, que el entrenamiento no consiste únicamente en manejar la moto en marcha. Algunos de los ejercicios están destinados a poder manejar la moto y levantarla del suelo en caso de que sea necesario. Técnica frente a fuerza es el secreto en este caso, aunque para levantar 300 kilos es obvio que hay que estar también en forma.
Y es que saber y poder levantar la moto es fundamental, porque aunque en las gymkanas los vemos con esa soltura, llegar a ese punto no es fácil y por el camino están las caídas, la desesperanza, la frustración… Pero no hay cultura con más pundonor que la nipona, incapaz de aceptar la derrota.
Y si todo esto te parece poco, los cursos de la policía motorizada de Japón también incluyen su variante de off road, todavía más dura casi que lo anterior. Es posible que este cuerpo de seguridad sea el mejor preparado para conducir una moto de todos los que conocemos y, como tal, la exigencia que tienen hacia ellos es tremenda.