Tras quince años en el catálogo, la cuarta generación de la Triumph Speedmaster 2018 llegaba a finales del año pasado con una carta de presentación en la que destaca la mejora de prestaciones y equipamiento, pero todo ello sin renunciar al aspecto clásico, a un marcado carácter y a una gran practicidad.
Y es que en ella podemos encontrar rasgos de diseño tradicionales que vimos en las Bonneville, Thunderbird y Tiger de los años ’50 y ’60, además de otros extraídos de la nueva Bobber. El aspecto de custom clásico se aprecia rápidamente en detalles como el faro delantero de estilo góndola, el manillar inclinado hacia atrás, las estriberas adelantadas, el guardabarros trasero fijo o las llantas de radios de 16 pulgadas.
El motor, compartido con la Bobber, es un bicilíndrico en paralelo de 1.200 cc, 8 válvulas y refrigeración líquida, cigüeñal a 270º y caja de cambio de 6 velocidades que declara 106 Nm a 4.000 rpm (42% más que la generación Speedmaster anterior) y 77 CV a 6.100 rpm.
Aunque el aspecto sea clásico, la moto nos lleva directos al siglo XXI con detalles como acelerador electrónico, ABS (no desconectable), control de tracción (desconectable), doble modo de conducción (Rain y Road), control de velocidad, embrague antirrebote asistido, iluminación LED (luz diurna, trasera, intermitencia), doble disco de freno delantero con pinzas Brembo (trasera Nissin), instrumentación con velocímetro analógico y pantalla LCD, o la llave con inmovilizador.
La Triumph Speedmaster 2018 estará disponible a principios del mes de marzo en tres colores diferentes: Jet Black, Cranberry Red y Jet Black y Fusion White y Phantom Black con doble línea pintada a mano. Su precio es de 14.350 euros y por si aun quieres más, tienes a tu disposición más de 130 accesorios para que la personalices a tu gusto.
