[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

Triumph Bonneville Speedmaster 2018: nuevo icono

Fotos: Triumph
Publicidad
Tras 15 años en el catálogo del fabricante británico, la Speedmaster se reinventa con una cuarta generación integrada en la gama neoclásica de Triumph e impulsada por el motor 1.200 refrigerado por agua de la Bobber. Actitud, practicidad y versatilidad en una custom biplaza que mejora en equipamiento y prestaciones.

Si para este año uno de los platos fuertes de Triumph ha sido su minimalista Bobber, para la temporada que viene llega su hermana biplaza (también puede configurarse como monoplaza), la Bonneville Speedmaster, una custom que mezcla la herencia y el espíritu de la legendaria saga de bicilíndricas ‘Bonnie’ con la cultura custom. De ella hereda parte de su plataforma, motor y hasta un subchasis de apariencia rígida con monoamortiguador disimulado.

Así, la Triumph Bonneville Speedmaster 2018 está propulsada por un bicilíndrico en paralelo de 1.200 cc, 8 válvulas y refrigeración líquida con cigüeñal a 270º con caja de cambio de 6 velocidades que declara 106 Nm a 4.000 rpm (42% más que la generación Speedmaster anterior) y 77 CV a 6.100 rpm. Una de las características más cuidadas en la Bonneville Speedmaster es el ronco rugido de su escape, evolucionado a partir de la Bonneville T120 pero con un sonido más profundo y redondo.

Triumph Bonneville Speedmaster estándar, Highway y Maverick

Como ya nos tiene acostumbrados Triumph con su última generación de modelos retro, bajo esa apariencia a moto antigua se esconde mucha tecnología: acelerador electrónico, ABS (no desconectable), control de tracción (desconectable), doble modo de conducción (Rain y Road), control de velocidad, embrague antirrebote asistido, iluminación LED (luz diurna, trasera, intermitencia), doble disco de freno delantero con pinzas Brembo (trasera Nissin), instrumentación con velocímetro analógico y pantalla LCD, y llave con inmovilizador.

Otros detalles que refuerzan el estilo y la personalidad de la Speedmaster pasan por las aletas del motor mecanizadas, el sistema de inyección oculto bajo falsos carburadores, las abrazaderas de escape, los fuelles de goma en la horquilla, el diseño del faro delantero de estilo góndola, el manillar inclinado hacia atrás, las estriberas adelantadas, el guardabarros trasero fijo, llantas de radios de 16 pulgadas y horquilla de Triumph Bobber. El depósito de gasolina aumenta a 12 litros para mejorar la autonomía.

Faro delantero con luz DRL Led en la Triumph Bonneville Speedmaster

Como buena Triumph retro las posibilidades de personalización son muy numerosas y la Speedmaster dispone de un catálogo específico de 130 accesorios y dos kits como propuesta para hacernos una idea de hasta dónde podemos llegar: Highway (más tourer) y Maverick (más sport). El primero destaca por la incorporación de alforjas de algodón y cuero encerado, parabrisas ajustable, asientos más cómodos y anchos para conductor y pasajero, accesorios cromados (defensas del motor, respaldo del pasajero, parrilla portaequipaje, tapón de aceite). Por su parte, el Kit Maverick está compuesto por un asiento monoplaza marrón, manillar inclinado plano, silenciadores Vance & Hines negros y piezas oscuras (colectores, tapón de llenado de aceite, kit de supresión del asa del pasajero y embellecedor del guardabarros trasero).

La Triumph Bonneville Speedmaster lucirá en tres decoraciones: Jet Black, Cranberry Red/Jet Black y Fusion White/Phantom Black con doble fileteado pintado a mano.

Lo último

Lo más leído