El nuevo director de Tráfico, Gregorio Serrano, encabeza la nueva propuesta que modificará el carnet de conducir por puntos que conocemos desde 2006: No podemos quedarnos ahí, hay que evaluarlo y en ese pacto por la seguridad vial se tiene que poner sobre la mesa qué medidas hacen falta para que el carné por puntos siga siendo un sistema útil para la reducción de la siniestralidad. Aprovechando un encuentro en Madrid organizado por la Fundación Pons, Javier Villalba, subdirector general adjunto de Normativa de Tráfico, ha concretado las cinco líneas maestras en las que trabaja la DGT para dar viabilidad a la reforma:
- Arrojar colillas por la ventanilla o manipular los tacógrafos en vehículos de transporte profesional se incluirán en el nuevo catálogo de infracciones que supondrá la retirada de puntos. Algunas de ellas supondrán sanciones económicas sin pérdida de puntos.
- Los conductores reincidentes por consumo de alcohol y drogas podrían considerarse como “no aptos”, perdiendo su permiso (al no recuperar puntos) hasta que no certifiquen su rehabilitación.
- Desde 2015 existe un frente común en la Unión Europea ante los conductores extranjeros que circulan por las carreteras españolas sin respetar las normas y quedan impunes por no perder puntos en el permiso de su país. Habrá que estudiar la posible penalización para medir a todo el mundo por el mismo rasero.
- Los cursos de recuperación de puntos deberían ser más efectivos por lo que la intención es personalizar los cursos en base al perfil del infractor.
- La DGT también ha pensado en premiar a los buenos conductores con primas favorables en las pólizas de los seguros (los que tengan todos los puntos) penalizando a aquellos a los que le suceda lo contrario.
