La conducción segura depende de muchos factores. Uno de ellos es sacar el alcohol y las drogas de la ecuación y, también, conseguir que los móviles se queden en los bolsillos. También está, obviamente, el tema de la velocidad y el cumplir las normas, pero hay algo que todos hemos hecho alguna vez y que puede resultar tan peligroso como cualquiera de esas situaciones: conducir cansado.
Ya sea por circunstancias puntuales en nuestro día a día, porque llevamos más horas conduciendo de las que debemos o cualquier otra situación, en alguna vez el cansancio ha estado presente. Es más, si lo has hecho sabes que sólo la suerte ha evitado que tuvieras un susto si es que no lo has tenido.
Pues bien, ahora unos nuevos análisis podrían determinar si estamos o no cansados mientras conducimos. Gracias a un estudio que se ha llevado a cabo en la Universidad de Monash, en Melbourne (Australia) se podrá determinar el nivel de cansancio de los conductores.
Con un 99% de precisión, estas analíticas son capaces de identificar si una persona ha estado despierta más de 24 horas. Esto sucede gracias a cinco biomarcadores que reflejan en nuestro organismo el grado de cansancio. Es un primer paso importante y es que se estima que conducir después de estar despierto 17 horas podría ser el equivalente a conducir con un índice de 50 mg/100 ml de sangre, el límite legal en gran parte del mundo y, también en España. Además, sólo unas pocas horas más eleva ese índice al doble y sería equivalente a 100 mg/100 ml de sangre, muy cerca del límite penal de alcohol.
Ahora bien, este procedimiento está todavía en fase de desarrollo y se espera que dentro de dos años pueda estar disponible, aunque solamente para analíticas post accidente. Es decir, estaríamos hablando de análisis forenses que se llevan a cabo como los de drogas o alcohol una vez ha habido un accidente y no de manera aleatoria.
No cabe duda de que es un tema controvertido donde los haya, pero en estas mismas pruebas de la Universidad de Monash (realizadas en circuito cerrado), se concluyó que los conductores que habían dormido sólo tres horas tenían 10 veces más posibilidades de tener un accidente.
