Si usas la moto para viajar o de forma lúdica, es probable que no te encuentres nunca en la tesitura de tener que subir un bordillo. Si eres más urbano, seguro que lo has tenido que hacer. Pero seas un tipo de motero u otro, no está de más saber cómo subir un bordillo en moto, algo que ha hecho a más de uno besar el asfalto.
El primero consejo que te podemos dar es que, antes de enfrentarte a este temible enemigo, es que mires a tu alrededor si hay otra forma mejor de subir, aunque sea recorriendo algunos metros más. Una rampa de un garaje o un acceso para minusválidos nos pueden hacer la vida más sencilla y menos peligrosa. Pero si no hay nada de esto, entonces toca prepararse para ello.
Lo que tendremos que hacer es anticiparnos, es decir, colocar la moto antes y que así la maniobra sea lo más sencilla posible. Está claro que no podemos subir de forma diagonal u oblicua, por lo que intentaremos hacerlo de la manera más perpendicular posible, evitando que la rueda patine lateralmente. Si es la delantera, se nos cerrará la dirección (mal) y si es la trasera, la moto girará buscando ponerse perpendicular, y puede hacernos perder el equilibrio (también mal).
Ya colocados correctamente, nos aproximaremos al bordillo habiendo previamente calculado si los bajos de la moto pueden llegar a rozar (motor, escapes, quilla, etc). Si tenemos duda, mejoraremos la altura libre y facilitaremos además que la rueda delantera ascienda, si tomamos la precaución de apoyar los pies en el suelo y levantarnos del asiento.
Tocaremos el bordillo con la rueda delantera, evitando el golpe brusco que se genera si venimos en marcha. Este puede dañar el neumático, pero también la horquilla, cojinetes de la rueda, de la dirección, etc. Ya apoyada, jugaremos con el gas y el embrague para que la rueda delantera ascienda el bordillo sin demasiadas complicaciones.
Llega la hora de hacer que la rueda trasera suba también. Antes debemos tener cuidado, pues si llegamos al suelo un poco justos, que la rueda delantera esté ya subida y la trasera no aumenta la distancia y puede hacernos perder el equilibrio.
Al contrario que la rueda delantera, para subir la trasera deberemos estar moviéndonos a baja velocidad. Si pegamos completamente la rueda al bordillo, lo más seguro es que patine y no seamos capaces de ascender. Pero si cuando la rueda esté a una cuarta del bordillo aceleramos ligeramente, subirá con facilidad y sin que la mecánica sufra.
Para bajar, repetiremos los pasos en sentido contrario, pero teniendo en cuenta que cuanto más bruscos seamos bajando la rueda, más comprimirá la horquilla y más posibilidades tendremos de pegar con los bajos. Igualmente, lo haremos lo más perpendicular posible y en la medida de nuestra habilidad, reteniendo la moto con el freno trasero (mejor que el delantero), para que baje de la forma más lenta y controlada posible.