Nos vamos hasta la Bretaña francesa para descubrir una curiosa historia a la hora de sacarse el carnet de conducir. Aunque en Francia hay algunas legislaciones peculiares al respecto para las 125, por ejemplo, a la hora de la verdad no hay muchas diferencias. Y entre esas no diferencias está el hecho de que hay que respetar los límites de velocidad.
Cuando nos hemos ido sacando el carnet de conducir, en las clases teóricas se hace especial hincapié en ello, y te toca aprender los límites de velocidad de cada tipo de carretera e incluso para diferentes tipos de vehículos. Luego, cuando ya estás en las prácticas, el profesor siempre está al tanto porque, de hecho, es él quien es responsable en todos los sentidos del alumno.
Pues bien, no sabemos exactamente cómo sucedió en este caso, pero lo que sí sabemos es que mientras unos gendarmes estaban llevando a cabo un control rutinario de velocidad, el radar casi salta por los aires. De repente el radar marcó 147 km/h en un tramo limitado a 80, una diferencia de velocidad que en España te metería en problemas.
Se queda sin carnet de conducir… sin ninguno de los dos
Así que procedieron a interceptar al conductor de la moto, y fue entonces cuando llegó la sorpresa: estaba preparándose para conseguir el carnet de conducir motos, el A concretamente. En este caso, el protagonista de la historia estaba en posesión del A2, por lo que tenía ya experiencia. Quizás ese exceso de confianza fue lo que llevó a cometer semejante imprudencia.
Quizás te estés preguntando dónde estaba el instructor. Pues bien, apareció después porque él también había perdido de vista al alumno. De hecho, admitió que había llamado la atención en varias ocasiones al alumno por sus excesos.
Aun así, la historia tiene un final realmente feliz y es que este individuo no solamente no consiguió el A, sino que los gendarmes le retiraron en el acto también el A2. Suponemos que la próxima vez hará caso al profesor y los límites de velocidad.