La californiana Zero lleva muchos años desarrollando y vendiendo motos eléctricas, y ahora quieren aprovechar la atención mediática que algunas competiciones generan para promocionarse. En Estados Unidos la subida al Pikes Peak, la última semana de junio, es una competición “abierta” perfecta pare ello: se ha hecho mundialmente popular. Es un buen reto, porque son solamente 20 kilómetros (lo que para una eléctrica facilita usar una batería no muy grande) aunque en ese tramo se pasan más de 150 curvas y un desnivel de 1.400 metros.
Zero ha elegido su moto de serie más potente, la SR/F, cuyo motor da 110 CV con un gran par motor, como base para esta carrera en cuesta. La pilotará el americano Cory West y Zero ha desvelado cómo están preparando la moto: hay cuatro cosas que cambian y otras cuatro que se mantienen de serie. Las que no cambian: la batería, porque los 20 km dan de sobra y así además quieren poner a prueba la original en una situación extrema (lleva la ZF14’4 de Litio).
También el motor será el de serie (modelo ZF75-10): los 110 CV originales continuos se estiman suficientes y será a través de la centralita como llevarán el motor a un rendimiento puntualmente superior en función de su resistencia térmica (el límite en un motor eléctrico depende realmente de cuánto tiempo queramos ese pico de potencia). Chasis y frenos, por último, también se mantienen, y por cierto estos últimos son de origen español (J.Juan) con discos de 320 mm delante y uno de 240 mm detrás (este último mandado por la maneta izquierda).
Las cosas que cambian, para empezar como decíamos la centralita se ha reprogramado con curvas de aceleración más agresivas y límites de funcionamiento menos estrictos, que llevarán batería y motor más cerca de sus límites. Además la Zero SR/F usa centralita Bosch MSC con software propio de Zero (el Cypher III) que han modificado para esta carrera. Para aligerar y porque no se necesita en la carrera, han eliminado el cargador (las Zero de serie lo llevan integrado en la moto) y modificado el subchasis de acuerdo a esa búsqueda de la máxima ligereza, y para dejar el asiento algo más alto a petición del piloto.
Las piezas de carenado originales se han reemplazado por otras más sencillas y ligeras, realizadas en impresión 3D, incluyendo un porta-dorsal que reemplaza el faro (innecesario). Se han cambiado las llantas originales de aluminio por unas Dymag más rígidas y ligeras, en las que usarán neumáticos slick Pirelli Superbike (detrás 180/60 en lugar del 180/55 original). El manillar se cambia por un Rizoma MA010, más bajo, y las suspensiones son nuevas, también Showa como las originales pero de otro nivel: delante una horquilla BFF y detrás un amortiguador BRFC, el mismo material que las Kawasaki del Mundial de Superbike.