En las últimas semanas te hemos dado algunos consejos a la hora de adquirir sistema de candado para la moto, también llamados antirrobo. Siempre recalcamos que no hay un sistema infalible, pero sí que cuánto más difícil se lo pongamos, más probabilidades hay de que desista en el intento o incluso que ya ni se lo plantee viendo la dificultad que entrañaría intentar robarnos la moto.
Puede que por desgracia hayas sufrido en carnes el robo de una de ellas, y hemos intentado aconsejarte para que no vuelva a ocurrir. Así que ahora que ya tienes un buen candado de un fabricante reconocido, es hora de que lo mantengas para que siga protegiendo tu moto durante mucho tiempo con la máxima eficacia. Y para ello, nada mejor que unos pequeños consejos.

Ojo cómo dejas la cerradura del candado
Cuando dejamos el candado puesto en la moto, debemos tener especial precaución en que este no quede con la cerradura en contacto con el suelo. Da igual que sea uno articulado, de horquilla o de cadena. Con ello evitaremos que entre toda aquella suciedad que haya en el suelo, o que con el tiempo el polvo y el agua se vaya filtrando en el interior de la misma.
Usa la tapa que protege la cerradura
La tapa que protege la cerradura no está ahí de adorno. Úsala. Es la mejor forma que tienes para evitar la entrada de agentes extraños. Si además de colocarlo con cuidado, lejos del suelo, ponemos la tapa, hacemos casi imposible su deterioro. Que no se te olvide pues tardas un segundo en ponerla o quitarla, pero con el tiempo es de gran ayuda.

Ojo al transportar el antirrobo
Cuando vamos en marcha, debemos observar dónde llevamos el antirrobo y si puede sufrir las consecuencias de la suciedad que levanten las ruedas de la moto, sobre todo en el caso de que llueva. Si continuamente le está llegando de todo, acabará estropeando la cerradura u otras partes, mermando su durabilidad.
Límpialo de vez en cuando
El antirrobo no se estropea si lo limpias, al contrario. Pasarle de vez en cuando un trapo humedecido en agua con un poco de jabón, hará que se conserve y lo que es mejor, no hará que nos pringuemos las manos cada vez que lo usamos. Si es una cadena protegida por una funda textil y esta se deteriora, podemos adquirir una de repuesto y así evitamos estropear las llantas, tanto si lo colocamos solo como anclado a una argolla en el suelo. En el caso de la cerradura, limpiarla de vez en cuando con WD40 o cualquier aceite especial para cerraduras que limpie pero no engrase, pues además de disolver la suciedad, la lubricarán para que siga funcionando correctamente y con suavidad.

Asegúrate de introducir bien la llave
Dejamos para el final el consejo más importante, y que sin embargo os puede parecer de cajón, y que no es otro de introducir siempre la llave completamente. Si no lo hacemos, puede ocurrir que los discos de la cerradura queden desbloqueados, y con ello, que no abra bien. En el siguiente vídeo podéis ver lo que ocurre y cómo solucionar este problema.