Hace un par de años, nuestro amigo Manuel se iba a estrenar con esto de las motos con las 125. Buscaba una moto de corte retro y estaba dudando entre la Yamaha XSR 125 y la Zontes G1. Nosotros le expusimos las principales características de cada una de ellas y él finalmente se decidió por la Yamaha. Ahora, un tiempo después, va a dar el salto al A2 y vuelve a ponerse en contacto con nosotros a través de nuestro consultorio de MotoGuía, porque está buscando seguir con esa estética retro que tan buenos ratos le ha proporcionado estos últimos años.
Como ya le pasaba entonces, Manuel lo tiene claro y va directo al grano. Tiene 6.000 euros como tope de presupuesto, quiere estética retro y realmente está interesado bien en las 400 de Triumph o bien en la Zontes GK 350. Nos reconoce que, aunque la 125 le ha ido de lujo, le falta esa chispa a 90 o 100 que lógicamente una moto de octavo de litro y 15 CV no tiene.
También, y esto es una pista para Yamaha que debería pagarle si llega alguna vez a producción, nos dice que una XSR 300 sería su moto ideal. Y viendo que Yamaha tiene el propulsor de la MT-03 y la R3, hay que reconocer que no se nos antoja una locura lo que nos dice Manuel. Eso sí, la realidad es la que es y por ahora Yamaha tiene la XSR 700 que se puede limitar para el A2 y que luego, deslimitada, se queda con 75 CV con lo que habría moto para toda la vida. Pero se va de presupuesto en unos 2.500 euros.
Así que vamos a volver a las opciones que nos planteaba, que son las Triumph Speed 400 y Scrambler 400 X. Son dos motos de corte retro que nos gustaron mucho cuando las pudimos probar, y que forman parte de la gama Modern Classics del catálogo del fabricante británico. Una vez desarrolladas en Inglaterra se producen en India bajo los estándares europeos. Quizás esa fabricación allende nuestras fronteras es lo que permite que ambas tengan precios muy competitivos, siendo un poco más económica la Speed. Sus 40 CV están destinados a hacer disfrutar a sus usuarios.
En nuestra prueba pudimos disfrutar ambas ampliamente y apreciar sus similitudes y sus diferencias porque motor, basculante y depósito son los mismos, pero chasis y subchasis son diferentes y eso se nota en el comportamiento. En cualquier caso son dos motos ideales con una parte ciclo de buen nivel, y con elementos como el embrague antirrebote que hacen la vida más fácil.
Por otro lado, nos encontramos la Zontes GK 350, una moto neo-retro que también hemos probado y que también nos causó unas muy buenas sensaciones. Además, a su favor tiene el siempre importante asunto del precio, y es que una de sus bazas más importantes esa relación calidad-precio. Estéticamente hablando está cuidada al detalle, pero la ergonomía, el comportamiento del motor, la cantidad de equipamiento que trae de serie y lo divertida que resultó en la prueba la convierten en una opción más que interesante.
Es difícil elegir una moto retro por encima de las otras dos opciones
Y es aquí donde la historia vuelve a repetirse. En su momento le dijimos a Manuel que las dos opciones que nos había planteado eran buenas e interesantes y que no se equivocaría, que lo mejor es que él mismo pudiera probar ambas y decidir.
Pues bien, no es que no nos queramos mojar y vayamos a lo fácil, es que son dos opciones (tres contando las dos Triumph) tan buenas que, solamente los detalles personales que cada uno puede tener en cuenta van a marcar la decisión final. No sería justo elegir una de las tres y dejar las otras dos fuera de esa elección, porque son motos de gran nivel, como también hay otras rivales de estas que no hemos evaluado por no complicar más la elección.
Lo que sí puedes tener seguro es que elijas la moto que elijas no te vas a arrepentir, porque vas a tener una compañera para largo tiempo y con la que no solamente cubrir tus necesidades de desplazamiento diarias, sino que también podrás disfrutar de ella en autopista y viajes por carreteras. ¡Ya nos contarás!
