Cámaras de seguridad y redes sociales son una combinación perfecta para que nos encontremos situaciones, que pasan día a día, y que nos pueden servir para evitar nosotros mismos caer en esos errores. En esta ocasión, una cámara de seguridad nos muestra qué es lo que pasa si subimos la moto a un caballete trasero, nos olvidamos de que está cuesta abajo y seguimos a lo nuestro.
Te dejamos que le des al play y luego seguimos…
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En esta ocasión ha habido un despiste que no ha supuesto un desastre gracias a que, en ese momento, no pasaba nadie por la calle y a la rápida intervención de una persona ajena a la situación que evita que la moto se caiga. Y es que aunque el caballete para moto tiene grandes ventajas, hay que tener en cuenta unos cuantos puntos para intentar evitar estos sobresaltos.
El primero que debemos tener en cuenta, más que nada porque lo hemos visto en el vídeo, es el de asegurarse que la moto no se va a mover. Si tú paras la moto con la marcha metida y hay desnivel, el motor evitará que avance. Pero si subes la moto a un caballete trasero pierdes esa opción, y la moto va a tender a seguir la cuesta. Para evitar estas situaciones puedes poner delante de la rueda delantera un tope. O más sencillo, una goma en el freno delantero que ejerza una pequeña presión para bloquear la rueda delantera.
Pero hay más cosas que debes tener en cuenta al subir tu moto a un caballete, y este consejo pasa por el propio caballete que elijas. Básicamente, hablando del trasero, tenemos dos tipos de enganche. Uno de ellos es al basculante y otro requiere de la instalación de diábolos. La mayoría de motos están preparadas para poder poner estos diábolos, y ese es el sistema más estable para tu moto, ya que los que funcionan apoyando la moto en el basculante son más complicados de equilibrar y que la moto esté 100% estable.
Pasando la parte delantera, también hay que recordar que tenemos caballetes para levantar la rueda delantera del suelo. En este caso lo que nos encontramos son dos tipos diferentes, uno que sale de abajo a las horquillas y otro que es más alto y que se coloca en la pipa dirección.
Del de horquilla, que es menos estable normalmente, además de que no podremos desmontar las barras, hay dos opciones, uno que se apoya como el trasero y otro que entra en el interior de la barra. Obviamente, entre ambos es mejor el que se sube a la moto en la barra.
Elegir un buen caballete nos hará la vida más fácil
Pero como decíamos, siempre será más estable el de la tija y además nos va a permitir trabajar de una manera no solo más segura, sino más amplia en cuanto a elementos que podremos tocar y cómoda.
Una vez tenemos elegido el tipo de caballete con sus pros y contras (el contra de los caballetes buenos es que son más caros), llega el momento de subirla. En ese punto, siempre es más fácil que alguien nos ayude hablando del caballete trasero. Si lo haces tú solo tendrás que preparar la maniobra a conciencia y con cuidado, porque una vez empiece a ladearse la moto es muy probable que no puedas hacerte con ella. Lo mejor es hacerlo desde el lado contrario a la pata de cabra, y que esta sirva de «seguro» en caso de que se ladee,
Otra cosa son los caballetes delanteros, porque para ponerlo es imprescindible tener puesto el trasero y vas a tener, por tanto, más estabilidad en el conjunto. Es algo que puedes hacer tú solo y, entonces sí, ponerte manos a la obra y hacerle el mantenimiento que tu moto necesite.