El estreno de la nueva Yamaha R1, que este fin de semana debuta en la Copa del Mundo de Superstock 1000, revela los ambiciosos planes de la marca japonesa, que ha preparado un completo programa de desarrollo a lo largo de la temporada antes de formar un equipo oficial en el Mundial de SBK 2016. Cuenta con importantes pilotos de Superstock, como Florian Marino y Kev Coghlan, que han dejado Supersport para correr con la nueva R1, y también Jeremy Guarnoni, entre otros. Además, hay programas de participación en campeonatos importantes como el Mundial de Resistencia, BSB, FIM CEV, IDM y MotoAmerica, además del campeonato francés con David Checa. Pero el plato fuerte que Yamaha tiene preparado implica a Valentino Rossi y Jorge Lorenzo.
La fábrica de Iwata quiere llevar a Rossi y Lorenzo a las 8 Horas de Suzuka. No cabe duda que se trata de un proyecto cargado de utopía, porque supone asumir un importante riesgo en medio de la temporada. Además, su presencia en las pruebas previas a la carrera estaría comprometida: no podrían participar en los entrenamientos del 7 y 8 de julio, en víspera del Gran Premio de Alemania, aunque sí en los siguientes, dos días después de la carrera de Sachsenring. El emplazamiento de la carrera a finales de julio (el día 25) permite a los pilotos tener una semana libre antes y después de la misma, con lo que no habría impedimentos por temas de calendario, aunque el descanso veraniego de los pilotos sería más reducido.
La presencia de Casey Stoner en Suzuka parece que ha sido un revulsivo para Yamaha, que en su momento barajó la idea para luego descartarla. Sin embargo, al conocerse la participación de Stoner se ha recuperado el proyecto, sobre el que los pilotos aún no han dicho nada en firme. Rossi ha corrido en dos ocasiones en Suzuka, 2000 y 2001, y en su segunda participación ganó la carrera junto a Colin Edwards. Por su parte, Lorenzo nunca ha corrido en una prueba de resistencia.
Yamaha no gana en las 8 Horas de Suzuka desde 1996, cuando Colin Edwards y Noriyuki Haga lograron el triunfo a lomos de una YZF 750, y un triunfo en la carrera con Rossi y Lorenzo sería un espaldarazo definitivo para la promoción de la nueva R1.
