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Visita a Provec Racing: así es el cuartel general de Jonathan Rea

Fotos: Tomás Pérez
Provec Racing, el equipo oficial Kawasaki del tetracampeón Jonathan Rea, nos abrió las puertas de su sede en Barcelona para mostrarnos la impresionante estructura que sirve de apoyo a los cinco títulos que han ganado en el Mundial de Superbikes. En este reportaje, os descubrimos al detalle cómo se organiza y cuál es la infraestructura del equipo mundialista.

Provec Racing, se leía escrito en la dirección del navegador, que me guiaba mientras bordeaba el Circuito de Montmeló, hasta adentrarme en la cuadrícula de su propia zona industrial y llegar, finalmente, a una de sus esquinas. Allí marcaba mi destino. Repasé la fachada ocre que tenía enfrente, y la encontré absolutamente lisa y uniforme, sin rótulos ni anagramas. Tampoco hallé ningún signo tras la verja que me impedía el paso, en el espacio cementado que se abría, totalmente diáfano, delante de la edificación.

Cuando casi estaba convencido de que me había equivocado al escribir la dirección, se detuvo a mi lado un furgón totalmente blanco. Busqué una cara tras el parabrisas y encontré al conductor luciendo una llamativa sudadera, verde y negra, sobre la que se clavó mi mirada para leer la palabra Kawasaki cosida a ella. Él mismo me señaló el interfono al que debía dirigirme, y, efectivamente, junto al pulsador encontré el nombre Provec serigrafiado en una placa de metacrilato.

Medio minuto después, escuchaba la chicharra que me abría la puerta, y con su estridencia, sentí un particular nerviosismo al penetrar en el recinto. Iba a descubrir la “sacristía de la Capilla Sixtina” en la que se han forjado cinco títulos mundiales, cuatro de ellos seguidos durante las últimas temporadas.

Eva Blánquez, ex piloto y también comentarista de televisión en otro tiempo, me recibe en el vestíbulo, como responsable de prensa y comunicación de Provec, y me acompaña para mostrarme una instalación montada dentro de cuatro grandes naves empalmadas. Toda una inmensidad que guarda, como si de un garaje de coches se tratara, los tráiler de la estructura itinerante que viaja por toda Europa.

La estructura itinerante

Y empezamos por estos mastodontes, precisamente, nuestra descripción del impresionante potencial que guarda en su sede un equipo campeonísimo como el Provec Racing.

Uno de ellos es el impresionante hospitality de Kawasaki, con sus dos plantas y su terraza incluida; el otro transporta el recambio más pequeño en su cuerpo principal y lleva una sala de reuniones extensible en su extremo delantero. El tercer camión trasporta en el cuerpo principal el recambio más grande: carenados, chasis, ruedas y otros; mientras que en su parte delantera, alberga las habitaciones, asimismo extensibles, para “Johnny” y para Leon_, los dos pilotos de la formación.

El equipo cuenta además con dos estructuras básicas itinerantes para las citas intercontinentales. En ellas, se incorpora una cocina plegable que acompaña a la logística de contingencia que atiende a motos y pilotos fuera de Europa. Una de estas estructuras viaja por barco desde Australia a los USA, y la otra lo hace por el mismo medio desde Tailandia a Argentina.

Por otro lado, la plantilla completa que viaja a cada carrera en el equipo de SBK consta de 35 personas. A ellas hay que sumar las cinco que durante el periplo europeo que atienden a Ana Carrasco.

El Taller

La moto oficial de Jhonny y la moto de pretemporada.

La instalación muestra un piso superior con amplias oficinas, en las que se alberga la agencia de comunicación y el departamento que da servicio a otras áreas de negocio de la firma Provec, como por ejemplo, una parte importante del merchandising que mueve el WSBK. Pero dejando a un lado la logística y la parte administrativa, pasamos al núcleo más interesante de esta espectacular instalación: el taller.

En base, no muestra una apariencia muy diferente del que podríamos encontrar en un gran concesionario. La diferencia, lo exclusivo y genuino de la estancia quirúrgica con la que cuenta este gran equipo está en el contenido. Tener acceso a esta sala y descubrirlo fue el verdadero privilegio de este reportaje que queremos compartir con nuestro lector.

Sobre uno de los elevadores, alzaba su planta imponente la ZX10RR de Johnny. Estaba desnuda, sin una sola fibra, para mostrarnos sus interioridades más inconfesables; aun así, no deja de resultar impactante. Traté de encontrar alguna peculiaridad exclusiva en un fugaz repaso a simple vista, pero, honestamente, me resultó imposible. Así es que para una probable decepción del lector, le diré que no solo no puedo revelarle ningún secreto de la moto campeona, sino que además me dio la impresión, en apariencia, de tratarse de cualquier ZX10RR que corre en los campeonatos de nuestro país, incluso de la Kawa bien preparada por un aficionado a las rodadas, lo que se conoce ahora como un “tandero”.

Seguro que un experto conocedor del modelo distinguiría algunos detalles reveladores, seguramente, pero un servidor no lo es hasta ese punto.

Una moto completamente pintada de negro, de las que se usan para pruebas entre temporada, reposaba completamente vestida, estacionada en otro margen de la sala. En una repisa, pude ver un chasis, y junto a él, un escape completo, de apariencia sencilla y sin ninguna particularidad que llamara la atención, a pesar de ser consciente de que se trataba de una pieza exclusiva, muy especial, lo mismo que el basculante colocado a unos centímetros de él. Ya resulta bestialmente robusto el que monta la ZX10RR de serie, como para que el de Rea o Leon pareciese en algún aspecto más sólido. Lo mismo ocurría con el chasis.

Para rematar este repaso al taller de Provec, diremos que la herramienta contenida en los cajones, y la que se podía ver sobre el banco, se veían con la aparente precisión que se puede apreciar en los utensilios de un quirófano.

Los trofeos

Durante un café en el office, comentando con Eva y con uno de los técnicos de Provec Racing, pude conocer de primera mano algunos detalles de la organización que sigue el equipo y que quedarán expuestos a continuación. Así mismo obtuve algún dato que siempre llama la atención del aficionado, como por ejemplo, las cifras de potencia que barajan los técnicos. Nos comentan que para las motos de Rea y de Haslam está alrededor de los 230 CV a la rueda; es decir: un 8% más, aproximadamente, en la medición corriente que se hace para cualquier moto de calle. También la velocidad máxima de 310 km/h, alcanzada en Australia, además de saber que los decibelios permitidos para la Kawa ofcial son 123.

Repisa con algunos trofeos logrados por el equipo.

Pero en el camino al espacio reservado a la murciana Ana Carrasco, pude contemplar sobre las grandes repisas superiores de las naves intermedias, los trofeos mundialistas logrados por el equipo y, lo más llamativo de esa parte elevada, las motos campeonas.

Apartada y dentro de una vitrina, la primera de todas, con la que Tom Sykes consiguió el campeonato en 2013. En una fila colocada al otro lado, tres de las motos campeonas de Jonathan Rea, y también la Ninja 300 que llevó a Ana Carrasco a ganar el título del año pasado.

El rincón de Ana

Y así, después de dar el repaso a la sacristía de la gran capilla dedicada a las Superbikes, caminamos hacia la nave del fondo, donde Provec ha abierto este año el espacio a la nueva estructura dedicado a nuestra flamante campeona del mundo, Ana Carrasco, para el asalto a la repetición del entorchado en la categoría SuperSport300.

La moto con la que Ana Carrasco se proclamó en 2.018 campeona del mundo del SS 300.

Llegando al fondo de la cuarta nave, se halla un espacio acotado, que forma lo más parecido a un box individual. En él, descubrí la Ninja 400 2019 con la que nuestra campeona hará el asalto a la revalidación de su título. En el centro de la estancia, encontré la moto desnuda en ese momento, colocada sobre el elevador y con su técnico trabajando en sus interioridades. En este encuentro, sí que pude satisfacer una pequeña curiosidad y descubrir un significativo secreto: la ubicación del lastre que obliga el reglamento para equilibrar, lo máximo posible, las fuerzas en esta categoría, tan variada, que a más de uno le puede resultar dispar.

La pregunta que se hace el lector en este párrafo es evidente, sin embargo voy a rogarle que excuse a un servidor, y que comprenda la debida discreción que corresponde a la inestimable gentileza que el equipo Provec nos ha brindado al abrirnos sus puertas de par en par.

Un entendimiento de Babel

La conexión del equipo con Kawasaki fábrica es directa, como habrá supuesto el lector, enviando desde Japón un ingeniero distinto a cada circuito. De esta manera, se van turnando el especialista en motores con el de los chasis, y en otras pistas con el resto de los encargados de las demás partes vitales de la moto. Así van rotando durante todo el campeonato, para encontrar siempre al mismo interlocutor de Provec, Mr Yoda, que establece una vía de comunicación, necesariamente fluida, para facilitar el entendimiento entre el piloto, los técnicos de pista y la división de ingeniería sita en la factoría de Kawasaki.

Los motores, los chasis y los basculantes se estudian, reparan y revisan en Japón, mientras que el equipo queda encargado de configurar la geometría, las suspensiones, y la definición electrónica más eficaz para cada circuito. En cuanto a la parte mecánica propiamente dicha, únicamente queda a cargo de Provec la elección de las tres opciones que conjuntan cambio y desarrollo. Pero nada más.

Además de estas tareas, también recae sobre ellos y el piloto, claro está, la responsabilidad de elegir el perfil del neumático más eficaz en cada pista, en cada entrenamiento y en cada carrera. En definitiva, todo un galimatías para el que no se sabe muy bien si los técnicos de Provec tienen más conocimientos de mecánica, de física o de informática. Seguramente de las tres.

Uno de los tres trailers que duermen en las naves del Provec Racing Kawasaki Team.

Hablando de los motores, les está permitido cambiar algunas piezas externas, tales como tapas laterales y demás, en caso de caída; pero siempre bajo la supervisión y certificación de un comisario de DORNA. En caso de una rotura más grave, el motor se envía a Japón, teniendo presente que el equipo dispone por reglamento de solo siete motores para toda la temporada 2019.

Por otro lado, confieso al lector que iba con la idea, casi fija, de encontrar un banco de potencia en las instalaciones de Provec. Sin embargo, no fue así. No tendría ningún sentido, tal y como está planteada la organización de un equipo de fábrica.

Epílogo

En el presupuesto del equipo, el 60% corre a cargo de Kawasaki; mientras que el 40% lo ha conseguido Provec a base de acuerdos con patrocinadores añadidos como Monster y Motocard.

Esta visita deja varias impresiones en quien firma este reportaje, la principal, sin duda, es que cuando uno observa trabajar con celeridad a un equipo en la parrilla de salida de una carrera o en el pit lane para unos entrenamientos, tenía la falsa impresión de que se reúne y viaja para trabajar en cada circuito, con la simplicidad de un taller físico y fijo como base de operaciones.

Ahora, uno comprende, después de ver el impresionante recinto que sirve de sede a un equipo como el Provec Racing, que la extraordinaria coordinación y la certera eficacia que pone de relieve un equipo campeón no se consigue, sino es con los medios de una infraestructura al nivel que podría contar, incluso, una modesta marca europea de motos.

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