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Prueba KTM Freeride E-XC 2015: diversión de alto voltaje

Fotos: M. Méndez (FotoAgencia)
La Freeride es sinónimo de diversión asegurada, de tener siempre la situación bajo control, de disfrutar con la conducción sin preocuparse de otros factores. Una moto concebida para descubrir nuevas sensaciones y disfrutar de la naturaleza sin prácticamente alterarla.

La KTM Freeride E-XC es la última apuesta de la marca austriaca en el mercado off road. Abandonando el tan marcado espíritu competitivo que caracteriza a la marca naranja, sus ingenieros han construido una moto eléctrica a partir de la extraordinaria calidad de los componentes que incorporan sus motos de campo y desarrollando un gran motor eléctrico. Una moto eléctrica fiable, sencilla y que proporcionará sensaciones únicas y nunca antes percibidas por el piloto. Uno de sus puntos fuertes es su facilidad de conducción, lo que hará que esta moto sea accesible para todo tipo de públicos.

La primera toma de contacto con la E-XC resulta realmente sorprendente para todo usuario que no haya tenido antes contacto con motos eléctricas. La ausencia casi total de ruido del motor, de marchas, embrague y tener el accionamiento del freno trasero en la mano izquierda convierten este pequeño periodo de adaptación en práctica obligatoria para todos los pilotos. Una vez transcurrido este pequeño periodo, la moto es realmente fácil de pilotar y tenemos la sensación de fluir sobre la moto.

La posición de conducción es óptima, pese a tratarse de una moto estrecha debido a la ausencia de depósito de combustible y todos los mandos son fácilmente accesibles. En la parte ciclo incorpora un chasis perimetral combinado en acero y aluminio que aporta una alta resistencia así como ligereza. El subchasis está compuesto de plástico poliamida donde está contenido el asiento, bajo el que se encuentran las baterías. La apertura del asiento para realizar la carga de la batería es realmente sencilla y en tan solo unos segundos podemos tener conectada la moto a la corriente. La carga se puede llevar a cabo en cualquier toma de corriente y en unos 80 minutos podemos tenerla a 100% de rendimiento.

En plena naturaleza

Es ideal para circular por caminos y sendas, donde descubriremos sensaciones únicas sobre una moto. La ausencia de ruido del motor nos permitirá percibir sonidos de la naturaleza que nunca antes habíamos sentido sobre una moto. Sonidos como el del viento, los pájaros o un simple derrape son perfectamente perceptibles y tenemos la sensación de encontrarnos dentro de la naturaleza, pero sin hacer ruido ni contaminar el medio ambiente. La E-XC se muestra ágil y manejable en este tipo de pistas y la respuesta del motor realmente sorprendente para tratarse de una moto eléctrica. En trialeras y zonas más lentas la XC eléctrica se muestra poco ágil y algo pesada. Durante la prueba nos costaba mover la moto sobre las piedras y la respuesta del motor no era suficiente para desenvolverse con soltura en este tipo de situaciones.

El motor eléctrico de la austriaca cuenta con tres mapas de potencia bien diferenciados. El mapa 1 es el más suave de los tres y es ideal para una conducción tranquila y suave, lo que se traduce en una autonomía de la batería mucho mayor. Con este mapa y una conducción moderada hemos llegado a rodar durante las pruebas casi 90 minutos sin tener que recargar la batería. El mapa 2 proporciona algo más de potencia que el primero, mientras que el mapa 3 ofrece el máximo de potencia. La utilización de este mapa junto con una conducción más “racing” disminuye considerablemente la duración de la batería.

KTM Freeride E-XC.

Cómoda y con calidad

La Freeride E-XC además de incorporar el clásico cuadro de mandos de velocidad y cuenta kilómetros, lleva integrado un dispositivo que indica el nivel de la batería, así como el mapa de potencia que tenemos seleccionado. Ambos son muy accesibles y visibles en todo tipo de situaciones. Se percibe como una moto resistente y fiable, ya que todos sus componentes son heredados de sus motos offroad de gasolina, lo que es sinónimo de garantía y calidad.

En el apartado suspensiones, se nota que han sido diseñadas para una conducción no competitiva, lo que se traduce en confort y en fluidez en la conducción. En situaciones poco exigentes, tanto la suspensión delantera como el amortiguador responden a la perfección y son capaces de absorber con eficacia las irregularidades del terreno. Sin embargo, cuando la hemos sometido a condiciones más exigentes como una tramo de enduro o zonas de piedras, las suspensiones disminuyen su eficacia, mostrándose blandas y con menos capacidad de absorber las irregularidades.

KTM Freeride E-XC.

Valoración final

La E-XC de KTM se presenta como una moto de enduro ideal para aquellos aficionados que deseen disfrutar del off road sin aspiraciones competitivas y disfrutando de sensaciones totalmente nuevas. Su fácil pilotaje la convierten en apta para todo tipo de pilotos. KTM vuelve a acertar, siendo la primera gran marca off road en apostar por las eléctricas y por un mundo con menos ruido y con menos contaminación. Los puntos débiles de esta revolucionaria moto son la poca autonomía de la batería y su elevado precio (11.295 €), aspectos que KTM tiene que mejorar de cara a futuras versiones.

Lo mejor:

  • Facilidad de conducción
  • Calidad mecánica
  • Comportamiento en caminos y pistas

Mejoraríamos:

  • Precio elevado
  • Peso
  • Autonomía de la batería

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