Aunque ya es la segunda temporada que la categoría de Moto3 es la única que viaja a Le Mans, no deja de hacerse extraño que el FIM CEV se desprenda de sus otras dos categorías para llevar a cabo una prueba. Dejando de lado este aspecto, lo cierto es que durante este fin de semana, los jóvenes pilotos del campeonato tuvieron oportunidad de estar dentro del ambiente que se respira en el Mundial de MotoGP.
El hecho de ser una categoría de acompañamiento en Le Mans, propició que no hubiera sesiones de entrenamientos libres y únicamente se dispusieran dos tandas clasificatorias como entrenamiento, que Arón Canet supo aprovechar a la perfección para hacerse con la “pole”. Eso sí, esto condicionó el papel de un piloto como Joan Mir, que tras sufrir una caída y problemas técnicos en su moto, tuvo que arrancar desde la cola de la parrilla.
Ya el sábado, día de la carrera, los participantes tuvieron oportunidad de seguir trabajando en el “warm-up”, que tuvo lugar más de ocho horas antes de la carrera. Cuando llegó el momento en el que se apagó el semáforo rojo, Canet hizo uso de la “pole”, aunque no le sirvió de mucho. Cuando el pelotón llegaba a la primera curva, Tony Arbolino perdía el control de su moto, que arroyó a Albert Arenas, Niccolò Bulega y Lorenzo Dalla Porta. La fea caída que sufrió Arbolino, hizo que Dirección de Carrera sacara bandera roja. Sin embargo por fallos en la comunicación que aún están siendo investigados, los comisarios de Le Mans no recibieron la orden de mostrar la bandera, lo que hizo que una vuelta más tarde el pelotón, en ritmo de carrera, llegase a la zona en la que estaba el coche médico en medio de la trazada y la ambulancia al pie de pista atendiendo al piloto italiano. Únicamente los reflejos de los pilotos evitaron un auténtico drama. Después del susto inicial, y tras pasar por la clínica del circuito, Tony Arbolino fue trasladado a un hospital, donde fue ingresado debido a un traumatismo craneoencefálico, donde se le hicieron pruebas que descartaron hemorragias cerebrales.
En cuanto al plano deportivo, la nueva carrera se programó a 12 vueltas. De nuevo Canet salió más rápido que nadie y comenzó a liderar una carrera en la que tuvo que lidiar de cerca con diferentes pilotos, entre ellos el malayo Khairul Idham Pawi y el holandés Bo Bendesneyder, que lucharon hasta el final con el español y que compartieron podio con él.
El japonés Sena Yamada, después de una gran remontada, acabó la carrera en cuarta posición, por delante de Lorenzo Dalla Porta, que pudo salir a la segunda carrera, al igual que Niccolò Bullega, quinto. David Sanchís, que partía desde la primera fila, cruzó meta sexto, con Stefano Valtulini, Simon Danilo y Lorenzo Petrarca completando el “top 10”. Dos de los grandes animadores del campeonato, Albert Arenas y Joan Mir, no pudieron acabar la carrera tras irse al suelo. En el caso de Mir, antes de ello, fue capaz de remontar desde la posición 27 de parrilla hasta los puestos de cabeza. Afortunadamente ninguno de ellos sufrió consecuencias físicas.
Ahora el FIM CEV pone rumbo al Circuit de Barcelona-Catalunya, que visitará el 20 y 21 de junio.
