Después de quedarse casi fuera de juego para esta temporada, finalmente el Campeonato Alemán de Superbike baja el telón para 2018. El verano pasado MotorEvents anunciaba su salida del IDM, este movimiento dio paso a la Asociación de fabricantes IVM, formada por las principales marcas de moto del campeonato, que junto con Arbeitsgruppe Motorsport se convirtieron en los nuevos promotores del certamen.
In extremis, casi sin tiempo anunciaron un calendario para este curso formado por siete carreras en las que saldrían a pista Superbike 1000, Supersport 600, Supersport 300 y Sidecar, además de las copas para apoyo amateur, la Yamaha R6 Dunlop Cup, Suzuki GSX-R 1000 Cup y la Twin 700 Cup.
Ahora tras varias reuniones y un breve comunicado, se ha anunciado que se pone punto y final al Campeonato nacional de Superbike más antiguo del viejo continente, disputado ininterrumpidamente desde la Segunda Guerra Mundial. Los actuales promotores han señalado “la falta de conceptos variables para continuar con el Internationalen Deutschen Motorradmeisterschaft (IDM) en 2018”.
Otros de los factores que ha llevado a la Asociacion de fabricantes IVM a decir basta ha sido la falta de ingresos por parte de los patrocinadores y del público, algo que les ha obligado año tras año a incrementar su desembolso para que esta competición siguiera adelante. Tampoco ha ayudado la desaparición de las categorías inferiores que tenían una mayor proyección deportiva.
A nivel deportivo, hace tres años España brilló por tierras alemanas con Xavi Forés al manillar de una Ducati consiguiéndose en el primer español que ganaba el IDM. Ahora Markus Reiterberger podría conseguir su tercer título nacional el fin de semana que viene en la última cita del campeonato, cerrando así la historia del IDM.
