En el argot de las dos ruedas se suele decir en innumerables ocasiones que lo importante no es ni el arco ni la flecha sino el indio que dispara. Es decir, ya puedes tener la moto más rápida del mundo que si no hay alguien encima que sepa darle al mango… Y en este caso si el protagonista es Sylvain Guintoli, la duda queda completamente despejada.
Como probador para el equipo Suzuki, el piloto francés ha puesto a prueba la deportiva de la marca de Hamamatsu, la Suzuki GSX-R1000R. Pero lo ha hecho con una moto completamente de serie incluyendo espejos retrovisores, placa de matrícula y neumáticos homologados. El circuito elegido ha sido Donington Park y hasta allí se ha trasladado sobre la propia moto. ¿Qué tiempo marcará?
Después de pasar por boxes para modificar los reglajes de la Suzuki GSX-R1000R, Guintoli sale a pista. Después de varias vuelta para calentar los neumáticos (e imaginamos que para coger referencias), el piloto francés se pone en modo time attack y acaba completando una vuelta en un tiempo de 1:37.50. Y todo esto con un asfalto que a esas horas marcaba 5 ºC, no siendo lo mejor a la hora de buscar tiempos.
Si nos vamos ahora a los resultados conseguidos en la segunda carrera de Superbikes el pasado año (la primera fue en mojado) y donde se alzó con la victoria Jonathan Rea además de ponerse líder de la general, vemos que el norirlandés de Kawasaki rodó en 1:27.851. Es decir, a menos de diez segundos del tiempo del francés.
Por ponernos en perspectiva, Kiyonari marcó una mejor vuelta de 1:30.464, lo que le sitúa a siete segundos por vuelta de Sylvain Guintoli con una moto de serie. Y el japonés no pudo volver sobre la Honda a casa, algo que sí hizo el piloto francés tras terminar de rodar en el trazado británico.
Sin duda, un dato cuanto menos muy curioso que deja claro lo rápido que se puede ir hoy en día con una moto de serie.
