Al final se aprobó el reparto que ya conoces de las etiquetas medioambientales para motos en función de sus emisiones (la homologación Euro en realidad). Aproximadamente la mitad de las motos en circulación (las anteriores a 2003, antes de Euro 2) se quedan fuera de esta clasificación y, cuando otros Ayuntamientos aprueben ordenanzas similares a la de Madrid, esas motos no podrán usarse para circular por los centros urbanos. Algunas quizás efectivamente en sí mismas emiten por kilómetro más gases nocivos que un coche más moderno, pero todas ayudan a que el tráfico sea más fluido (incluido el transporte urbano de superficie). Es una oportunidad perdida de dar más ventajas a las motos, en general.
Ninguna moto tiene en realidad etiqueta ECO, ni siquiera las Euro 4 de poca cilindrada…
Pero vamos a analizar un poco las etiquetas más “limpias”, porque esconden algunas trampas. Para empezar, ninguna moto puede tener la etiqueta ECO, por raro que parezca eso dadas las ventajas que las dos ruedas con motor aportan al tráfico urbano. Si sabes de alguna moto que se mueva quemando Gas Natural o GLP, dínoslo por favor porque a nosotros no nos consta ninguna. Y, como tampoco existen motos híbridas ni parece que sea algo que vayamos a ver (no merece la pena la complejidad y coste), hasta ahí podemos leer en las condiciones que exige la etiqueta medioambiental de la DGT “ECO”.
Los CERO emisiones… falsos
Como no hay motos híbridas, tampoco existen híbridas enchufables (“Plug-In” es el término oficial) y por eso la siguiente etiqueta más limpia, la CERO, se queda limitada a motos eléctricas puras. Que de ésas, aunque pocas, sí hay. O ciclomotores, que reciben las mismas exigencias y etiquetas. Y es que por si no lo sabes existe la posibilidad de que un vehículo (hoy, coche) híbrido tenga la etiqueta CERO: si sus baterías pueden recargarse enchufándolo (el citado Plug-in) y de esa forma su autonomía eléctrica supera los 40 kilómetros. En ese caso, se le considera no ECO sino CERO y recibe esa etiqueta.
La primera observación, recordando que hablamos de hipótesis porque no existen motos híbridas, es que no se puede exigir la misma autonomía a un coche, una moto o un ciclomotor, por pura capacidad de carga (en kilos). Incluso con baterías de litio, hacen falta muchos kilos para alcanzar esos 40 km, recuerda que hablamos de híbridos (dos motores, gasolina y eléctrico). Para entender esa cifra tendría que contarte que, cuando se aprobó, se lanzaba cierto coche compacto de una marca germanohispana (un modelo con nombre de deporte que se juega con palos para más señas) que anunciaba esa cifra, cuando ya había otros con autonomía menor. En fin, coincidencias…
Muchos coches con etiqueta CERO en realidad circulan quemando combustible
En cualquier caso, es bueno saber que la etiqueta CERO (que abrirá muchas puertas y calles próximamente) la exhiben algunos coches que en realidad NO son de cero emisiones (eléctricos puros). Y, sí, ya sé que los eléctricos puros de algún lugar sacan su electricidad (centrales) pero ésa es otra historia.
Los ECO que también engañan
Como decíamos más arriba, para tener el distintivo ECO hace falta un vehículo híbrido… o propulsado por gas (Gas Natural o Gas Licuado del Petróleo, GLP). Ninguna moto entra en esta categoría, lo cual como ya hemos apuntado no nos parece justo. Las motos Euro 4 (y futuras 5) bien podrían haber entrado en este “saco”, porque a sus ventajas en el tráfico se suman sus muy bajas emisiones, dejando así las Euro 3 con la etiqueta C y las Euro 2 con la B. Pero hecho está (hasta nueva orden).
Lo que quizás no sepas es que cualquier coche de gasolina puede adaptarse para usar gas. Y, sí, has acertado, si modificas tu coche de gasolina para que use gas, automáticamente tienes derecho a lucir una bonita etiqueta ECO (si el coche de gasolina era posterior a 2006, etiqueta C de partida). Como la CERO (aunque algo menos), abrirá muchas puertas y calles a partir de ahora. Además, tras la instalación el motor puede usar uno de los dos combustibles (gas o gasolina), y nadie controla qué estás quemando…
También hay bastantes coches con etiqueta ECO “injusta” que realmente tienen poco de ecológicos
Si ves algún gran todo terreno o deportivo, no híbridos, con etiqueta ECO, no te sorprendas: se habrán gastado los poco más de mil euros que cuesta la adaptación y, aparte de poder quemar gas (cuesta la mitad que la gasolina y apenas pierde prestaciones), podrá circular por calles que en ninguna moto (no eléctrica) podremos pasar. Y quizás lo haga quemando gasolina y emitiendo mucho más de lo que su etiqueta ECO parece anunciar. La moto, todos sabemos el poco espacio que ocuparía y lo relativamente poco que por su agilidad emite… bueno, “todos, todos” se ve que no lo saben.