Vivimos en un país más libre que otros pero condicionado y golpeado por la insensatez de algunas administraciones públicas. Cargados de responsabilidad somos acusados y declarados únicos culpables en esto de los accidentes de tráfico mientras muchos funcionarios públicos, faltando a la obligación de su cargo, participan por acción u omisión en un mantenimiento deficiente de nuestra red viaria.
Acusados y maltratados los motoristas sufrimos la condena a vivir con el riesgo de esos guardarrailes que sin proteger siguen expectantes y en espera de un fatídico encuentro, y para ellos no hay conflicto si no son castigados.
Acusados y discriminados somos desconsiderados en la planificación viaria de municipios que permanecen convencidos, en la ignorancia del guardian de sus intereses (poltronas políticas y de poder) y no de los intereses públicos, que los motoristas somos esa especie de “delincuente vial” tan solo definida en la ignorante escena creada por la imaginación de algún funcionario “Imbécil”.
Pero la realidad es bien distinta… En ciudad la moto es una solución a la rápida secuencia de crecimiento de su movilidad. En carretera, la motocicleta es una alternativa que en muchos de nosotros define nuestra forma de vida.
Ejemplos, estudios y las diferentes campañas de vigilancia intensiva de motociclistas de la DGT muestran un ciudadano respetuoso con la norma, que ama la libertad y muy muy muy sociable.
Pero los motoristas estamos cansados de reproches, de discriminación y de tomaduras de pelo que terminan costando la vida o cambiando nuestra forma de futuro. La tortura existe pero está disfrazada, aunque no existe por el placer de torturar, si no por el placer de ostentar el poder y defender en trato único a quién lo ostenta, convirtiendo el servicio público en desleal e imprudente para con el ciudadano.
He luchado y he creído en nuestro poder… He soñado con no perder nunca este compañerismo digno y honrado que nos dignifica como ciudadanos… Pero he llorado en silencio el abuso constante al que se ha sometido día a día a muchos compañeros, las acusaciones y triples condenas basadas en las causas del accidente (Velocidad inadecuada, en lugar de un coeficiente de rozamiento transversal incorrecto), causa de las lesiones (Velocidad inadecuada, en lugar de un guardarrail sin proteger) y la indefensión jurídica (Con la condena, velocidad inadecuada).
Contra la impunidad, por que no siempre el ciudadano tiene la culpa, desde la Asociación Mutua Motera hemos lanzado esta campaña de recogida de firmas en Change.org
Si quieres conocer la propuesta de reforma del código penal que propone la Asociación Mutua Motera PINCHA AQUÍ
¡Únete! La unión nos hará más fuertes. No dejes que nos sigan tomando el pelo a costa de nuestra seguridad.
Vsssssss… ¡En lucha!
JCTR
PD: Os dejo con una cita de Benedicto XVI que me llamó especialmente la atención: «En aquellos días aprendí dónde hay que interrumpir la discusión para que no se transforme en embuste y dónde ha de empezar la resistencia para salvaguardar la libertad».
