Desde que la Yamaha Ténéré 700 llegó al catálogo del fabricante de los tres diapasones, hemos visto de todo lo que era capaz ,y hemos podido comprobarlo en primera persona cuando tuvimos la oportunidad de probarla. De hecho, hemos probado varias versiones y la sensación ha sido la misma que la de miles de usuarios: es una trail-aventurera con un claro enfoque offroad.
Eso no quita para que podamos usarla y disfrutarla en otros ámbitos, pero no cabe duda que donde más se disfruta de la Yamaha Ténéré 700 es en el campo. Fuera de la carretera y más con las versiones Rally, cada milímetro del camino se goza como si no hubiera un mañana. Podemos decir sin lugar a equivocarnos que la esencia original de la primera Ténéré, la XR600, sigue viva.
Pero eso es una cosa y dedicarse a hacer freestyle con ella es algo totalmente diferente. Aunque no estuvimos presentes en la reunión en la que se decidió el desarrollo de la moto, estamos convencidos al 99% que nadie pensó en las características que necesitaba para hacer freestyle, saltar como si fuera una moto de cross por las rampas y, menos todavía, estar preparada para hacer un backflip.
No hay que olvidar que por liviana que parezca, la Yamaha Ténéré 700 pesa de serie y con todos los llenos 208 kg, lo que significa prácticamente el doble de peso de cualquier moto de motocross, y algo más del doble que las más ligeras 250 dos tiempos que se suelen emplear para estas acrobacias.
La Yamaha Ténéré 700 no es que pueda hacer backflips, es que los «plancha»…
Por eso resulta tan increíble el desafío al que se ha enfrentado el piloto francés de freestyle Jérémy Rouanet, y que consistía no solamente saltar por las rampas como hace habitualmente, sino también completar un backflip con éxito. Esta segunda parte era importante tenerla clara: había que aterrizar bien.
Pues lo sorprendente no es solamente que se lanzase a la aventura con la Yamaha Ténéré 700 con algunas modificaciones llevadas a cabo con accesorios GYTR, es que si ves cada salto y especialmente el backflip ves como Rouanet los “plancha”. Saltos limpios, recepciones perfectas y una nueva capacidad descubierta…
Parece que lo que no pueda hacer una Ténéré es porque no se le ha ocurrido a nadie todavía.

