Una nueva muestra de solidaridad motera, aunque en este por perseguir en París a la conductora de un automóvil que tras protagonizar un atropello, se da a la fuga a pesar de los insistentes requerimientos del conductor de la Kawasaki Z1000 personalizada para que se detenga.
El provocar un accidente y darse a la fuga es probablemente uno de los actos más deleznables que se pueden cometer. Todos podemos tener un despiste y tras el cual, debemos entonar el mea culpa y cargar con las consecuencias. Si contamos con toda la documentación en regla además del seguro, nuestra preocupación debe estar en el bien de aquellas personas a las que puede que hayamos hecho daño.
En el vídeo podemos ver todo lo contrario y la autora del atropello sólo piensa en escapar, a pesar de estar todo grabado con la cámara. Por suerte, se pudo hacer justicia.