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Prueba Suspensiones Öhlins TTX Off Road 2020: descubriendo otro deporte

Probamos las suspensiones de la firma sueca gracias a Andreani MHS
Fotos: Andreani MHS
El Circuito de Torres de la Alameda, en Madrid, fue el escenario en el que pudimos comprobar que en este caso sí era oro todo lo que relucía. Oro en forma de unas suspensiones, las Öhlins TTX Off Road 2020, que te cambian por completo el concepto de lo que es el motocross.

Si tuviera que describir en tres o cuatro palabras lo que es el motocross, dos de ellas serían saltos y baches. Cualquiera que haya visto motocross, no hace falta subirse a la moto, también se habrá dado cuenta de lo obvio pues sin saltos no hay mx pero seguramente también habrá percibido que los baches están siempre presentes según se va «rompiendo» el terreno. La cuestión es que quien sí haya practicado motocross, aunque sea al nivel más bajo, habrá sufrido estos baches además de las sacudidas que uno se lleva si cae al plano en lugar de la recepción.

Pues bien, después de muchos años peleando contra el barro, sufriendo entre el polvo, dando brincos por ahí, llegó la oportunidad de probar las suspensiones con más fama del mercado, unas Öhlins TTX. Gracias a los amigos de Andreani MHS tuve la oportunidad de «probar el oro» en una jornada que puedo decir que ha redefinido para mi lo que es el motocross.

La parte práctica confirmó la teoría de lo expuesto por los técnicos

El evento estaba programado, en principio, para llevarse a cabo en el Circuito de San Martín de la Vega, pero los temporales que azotaron la zona centro hicieron que, primero, se aplazase el evento y después se trasladase al Circuito de Torres de la Alameda. Para quien no lo conozca, el de Torres es un trazado a la vieja usanza en el sentido que aprovecha los desniveles para conseguir una pista rápida y con saltos naturales en algunos puntos.

Por suerte, después del aplazamiento y el cambio y a pesar de estar a finales de diciembre nos salió un día espectacular. Un poco de frío pero bastante sol para recibirnos auguraba una gran jornada de motocross como la que pudimos vivir. De entrada, además de los representantes de Andreani MHS estaban también los de DPS Suspensiones, servicio oficial en la Comunidad de Madrid. Todo empezó con una pequeña presentación en la que nos contaron más bien poco, la intención no era contarnos las virtudes de los TTX sino que las probásemos y sacásemos nuestras conclusiones. Lo poco que nos dijeron es cómo funciona el sistema del TTX, que gracias a su mecanismo interior permite que los líquidos fluyan de manera que tanto la horquilla como el amortiguador trasero funcionen de una manera progresiva y eficaz. La promesa sobre el producto únicamente era que lo notaríamos independientemente de nuestro nivel y que no solamente lo apreciaríamos en nuestra velocidad sino en que nos cansaríamos menos e iríamos más seguros.

La rueda delantera transmite muchas sensaciones

Dos Kawasaki KX450 (puedes ver su ficha técnica aquí) y otras dos KX250 (puedes ver su ficha técnica aquí) nos esperaban para que pudiéramos empezar a probar. Una 450 y una 250 estaban preparadas para los pilotos más ligeros o menos agresivos y las otras dos para los pilotos con más peso o más incisivos a la hora de pilotar. La intención era que, independientemente del peso y el pilotaje nos subiéramos a las dos motos de las dos opciones para entender lo importante que es una suspensión y que esté, además, puesta en su sitio.

Así que nos pusimos manos a la obra. Después de calentar y estirar un poco tocaba conocer el circuito, que estaba muy cambiado a como yo lo recordaba de hace más de 15 años, y esa primera toma de contacto sirvió para darme cuenta del funcionamiento de las suspensiones. Estaba rodando con la 250 más blanda y se notaba cómo absorbía los pequeños baches que había en ese momento, una precisión tremenda a la hora de meter la moto a la curva, una tracción espectacular y una progresividad al afrontar los saltos que hacía todo mucho más fácil.

El aplomo de la moto en curva daba mucha confianza

Tanda a tanda fui cogiendo ritmo y tras rodar con todas las versiones noté que me sentía más cómodo con la versión «dura». Al fin y al cabo es la que estaba pensada para mi peso más que para mi nivel de pilotaje. Tanda a tanda el circuito se fue rompiendo, pero increíblemente la moto se seguía comportando igual, permitía ir a mi mismo ritmo, incluso más suelto. Elegir la rodera o la trazada correcta en la zona más rápida y gas a fondo me resultaba más fácil que nunca, lo saltos, incluso al plano sin problemas, las frenadas sin sustos con el tren delantero ¡y no me cansaba!

Después de un 2018 y comienzo de 2019 duro físicamente por una complicada lesión mi forma física digamos (por ser generoso conmigo mismo) no es la correcta y dista mucho de ser la ideal para hacer motocross. En mi progresivo reencuentro con el mx he ido sintiéndome cada vez más cómodo encima de la moto, recuperando confianza, incluso ritmo pero había un punto que me estaba costando mucho trabajo y es el de la resistencia. Después de un par de vueltas tenía que parar con los antebrazos a punto de estallar y con cierto cansancio físico.

DPS Suspensiones formó parte del evento

Y quizás eso fue lo que más me sorprendió, así que en mitad de día cuando desde la redacción me mandaron un whastapp para ver si todo iba bien, mi contestación fue «esto es increíble o lo que hacía antes no era motocross o lo que estoy haciendo no es motocross, pero esto no puede ser el mismo deporte». Sí, así de tajante, de impresionante es el hecho de contar con un material de primera línea en cuanto a suspensiones se refiere. Por mucho que lo intente transmitir, no será fácil el hacer llegar la sensación de tracción absoluta, la capacidad de absorción sin sufrir en las muñecas, lo predecible de la extensión en los saltos… al final la suspensión Öhlins TTX lo que hacía era transportarte a otro escalón del motocross y, a la vez, entender cómo ves por la tele algunas cosas que piensas «si lo hago con mi moto se parte». Al final, por mucha moto que tengamos, la única parte que toca el suelo son los neumáticos y su correcto funcionamiento y que les podamos sacar partido dependen de unas buenas suspensiones.

Tras un día conociendo las «virtudes del oro» únicamente puedo esperar a conseguir el dinero necesario para poder hacerme con unas y disfrutar de lo lindo. Eso sí, hay que reconocer que no están al alcance de cualquier bolsillo pues de PVP el kit completo está en torno a los 2.700€ más IVA aunque a su favor podemos decir que su depreciación es muy poca y la demanda de segunda mano elevada. En cualquier caso y después de esta experiencia tengo más claro que nunca que de invertir algo en tu moto de cross, antes que escapes, tijas y demás accesorios, lo juntes todo y te hagas con unas buenas suspensiones. 

El despegue es suave debido a los TTX

Valoración Final

Por mucho que a uno le cuenten las virtudes de unas buenas suspensiones, no hay nada como poder probarlas para entender de verdad la situación. Después de esta toma de contacto no me cabe duda de que unas buenas suspensiones no son solamente para los más «pros», los usuarios normales, los que aspiramos a divertirnos en la moto e ir al circuito a disfrutar, incluso sin pretensión de competir ni en una carrera de club, notamos tanto las diferencias como el que más. 

Es sorprendente que no haya que ir al límite para aprovechar su funcionamiento y apreciarlo y como este influye en nuestro rendimiento, en nuestra resistencia y en cómo disfrutamos del mx. Hasta ahora todo era teoría y lo que me contaban tenía sentido, pero ahora entiendo todo sin lugar a dudas. La pena es su precio, realmente elevado para un bolsillo «normal» y que hace que sea complicado para muchos. Yo, como la esperanza es lo último que se pierde, todavía espero a ver si los Reyes Magos me dejan uno en su viaje desde Oriente aunque antes tendrán que pasar por Suecia…

Lo mejor
  • Tracción
  • Progresividad
  • Absorción
Mejoraríamos
  • Precio

Lo último

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