La aventura de BMW en el segmento scooter comenzó en 2001 con el peculiar C1, un modelo techado con motorización de 125/200 cc que se mantuvo dos años en catálogo. En 2012 llegaron los antecesores de nuestros protagonistas de hoy, el BMW C 600 Sport y C 650 GT, impulsados por un propulsor bicilíndrico fabricado en colaboración con KYMCO, tanto en versión deportiva como touring. El año pasado irrumpió el C evolution, la versión eléctrica.
Ahora BMW da una pequeña vuelta de tuerca al Sport y al GT, basándose en la experiencia de los cuatro últimos años además de en las opiniones de sus propietarios. Ambos modelos siguen compartiendo chasis, motor, suspensiones y frenos pero cada uno se orienta a un segmento de público diferente, adoptando soluciones que les convierten en modelos de aspecto y comportamiento bien diferentes.
BMW C 650 Sport (11.400 €)
De los dos modelos, el Sport es el más atractivo visualmente y el que más ha cambiado. Empezando por su numeración, compartida ahora con el GT y anteriormente 600, aunque siempre haya cubicado 647 cc. Sus principales rivales son el Yamaha TMAX 530, el Honda Integra 750 y el Aprilia SRV 850. Diseño (inspirado en la S1000RR), plásticos, terminación, ABS y control de tracción (ASC) de serie, luz diurna LED automática, caballete mejorado (haces menos fuerza para levantar la moto), tapicería e instrumentación modernizada han sido los primeros cambios.
Por otro lado hay algunas variaciones técnicas que afectan a embrague (muelles más suaves y superficies de fricción optimizadas), transmisión (aumento del peso de los rodillos y nuevas relaciones de transmisión) y escape, completamente nuevo y terminado en un silencioso doble deportivo (1 kg menos, sonido más grave, supera Euro4). Mantiene los 60 CV a 7.500 rpm de antes (es el segundo scooter más potente del mercado después del SRV), pero ahora gana 5 km/h de máxima llegando hasta los 180 de punta, una cifra muy seria para tratarse de un scooter. Sin duda, es un auténtico “pepino”.
Circulando con el Sport en carretera notas que es menos tosco que el anterior 600, haciendo gala de mayor capacidad de empuje en todo momento, una curva de potencia más lineal y más par en la zona baja-media, que es la que más usas en condiciones normales. Se nota más ágil que el GT, quizá porque vas más expuesto y tienes más sensación de velocidad, aunque el ahorro de peso también puede jugar a su favor (249 kg por 261 kg del GT).
Si a todo lo anterior añadimos un nuevo reglaje de suspensiones (horquilla invertida de 41 mm menos “elástica” y amortiguador trasero horizontal con diferente tarado y mejor accesibilidad para regular la precarga) obtenemos un conjunto muy homogéneo y equilibrado. Da confianza a la hora de afrontar las curvas, los cambios de dirección son rápidos y se mueve muy bien, aunque no llega a ir tan fino y redondo como un TMAX a nivel chasis.
Por lo demás, sigue manteniendo otros detalles muy prácticos ya vistos en la primera generación Sport, como el parabrisas regulable en altura manualmente mediante palometas (3 posiciones), freno de estacionamiento integrado en la pata de cabra, sistema flex-case para guardar un segundo casco integral, iluminación LED, ordenador de a bordo, doble guantera (sin llave) y manetas regulables.
BMW C 650 GT (11.700 €)
Pesa 12 kg más que el Sport, es más cómodo, la carrocería es distinta (mucho más envolvente) y sirve de escalón de acceso a la gama rutera de BMW por debajo de la F 800 GT. Si hablamos de competencia hay que pensar en el Suzuki Burgman 650, Piaggio X10 500, Sym Maxsym 600.
Los principales cambios respecto al GT 2012-2015 pasan por los retrovisores (menores vibraciones y mejor visión trasera), la cubierta de manillar más cuidada, la tapa del depósito de gasolina, las tapas laterales, el escape (igual que el Sport) y la óptica trasera LED inspirada en la K1600GT.
Uno de los aspectos más llamativos es la opción de asistente de visión lateral SVA (sólo disppnible con el Pack Seguridad), una tecnología heredada de las cuatro ruedas inédita en el mundo de las dos ruedas. Funciona entre 25 y 80 km/h, en un radio de 5 m y te avisa de la presencia de otro vehículo en el ángulo muerto del cristal mediante una luz triangular amarilla en el brazo del retrovisor.
Packs opcionales
Paquete Alta Gama C 650 Sport (1.060,05 €)
- Luz diurna LED
- Asiento calefactable
- Puños
- RDC
- Intermitentes LED
Paquete Alta Gama C 650 GT (648,43 €)
- Asiento calefactable
- Puños
- RDC
Paquete Alta Gama con asiento bajo C 650 Sport (879,61 €)
- Luz diurna LED
- Puños calefactables
- RDC
- Intermitentes LED
Paquete Alta Gama con asiento bajo C 650 GT (479,27 €)
- Puños calefactables
- RDC
Paquete Seguridad: sólo para el C 650 GT (552,58 €)
- Luz diurna LED
- Asistente vista lateral (SVA)
Valoración final
Confort, eficiencia y agilidad son algunos de los pilares sobre los que se basan los nuevos BMW C 650. Conducibles con carnet A2 puesto que hay kit de limitación a 35 kw, se percibe más calidad y refinan su funcionamiento general para hacerlos más agradables y llevaderos en el día a día. la competencia es dura, pero esta actualización les ha sentado muy bien.
Ambos modelos están disponibles en blanco y negro sin sobrecoste, junto a un tercer color específico para cada uno que se paga aparte: Naranja Valencia para el Sport y Bronce metalizado (112,77 €). Además de los tres packs mencionados (el Alta Gama es gratis en el Sport hasta el 31 de diciembre), BMW dispone de una treintena de accesorios para completar ambos scooter tales como piezas cromadas, parabrisas, topcase (35 l.), bolsa de túnel, respaldo de pasajero, deflectores, tres tipos de asientos (entre 78 y 80.5 cm de altura), navegador, soporte para smartphone, etc.
Lo mejor:
- Acabados
- Tecnología
- Capacidad de carga
- Plan Select BMW
Mejoraríamos:
- Precio con opciones
- Cerradura dura
- Rumorosidad mecánica