Chris, fundador de Reier Motors, invirtió en este proyecto algo más de dos años, pero debemos entender que lo hizo como suele pasar aprovechando los ratos libres que le quedaban en el taller entre preparación y preparación. Y seguro que también como trabajo de desintoxicación cuando en algún punto te quedas trabado y no das con la solución.
La idea era clara, porque partiendo de una Pit Bike era complicado hacer algo que siguiese siendo divertido y no pasase a ser una mera moto de exposición. La idea de que le sirviese para desplazarse por los recintos de los eventos a los que acudiese y, al mismo tiempo, como muestra de lo que es capaz de hacer.
El diseño de la Paddock gira alrededor del motor y por ello todo el chasis y subchasis ha sido diseñado y fabricado completamente a mano, descartando el original para darle una nueva apariencia y también conseguir un mejor rendimiento.
El motor, retocado, consigue una potencia de 18 cv gracias al carburador Keihin de 28 mm o el nuevo filtro de aire UNI. Para las ruedas, se optó por unas llantas Excel de una KTM SX85 que monta neumáticos Bridgestone Battlax V02.
Una de las cosas que más llama la atención es el doble escape gemelo, que proviene de una Honda CRF 250 del 2009 a la que se le han añadido unos colectores artesanales. El amortiguador trasero es un Öhlins de quad mientras que delante monta una horquilla de Aprilia RS125 sobre una tija triple diseñada por el propio Chris. Por encima, un manillar fatbar de Renthal y una bombra de freno Brembo.
Fun!!
