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Moto Guzzi mima su V7

Fotos: Moto Guzzi
Ya la vimos en el pasado Salón EICMA de Milán y, ahora, se acaba de presentar en las instalaciones de la fábrica de Mandello del Lario. El trío de versiones retro V7 potencia su inspiración setentera para todos los amantes de la estética vintage.

Muchas son las características de la V7 que nos recuerdan los pasados años setenta, el sonido inconfundible que sale del motor V-twin de 90 grados por unos silenciadores tipo puro, el sillín alargado, los relojes del cuadro, guardabarros, faro, etc. A este conjunto de elementos clásicos le añadimos un moderno motor de 744 cc y 48 CV con inyección electrónica, con unos consumos que rondan los cuatro litros a los 100 kilómetros.

El motor de la V7, proviene de la Guzzi V50 de 1977, desde entonces ha estado en constante progresión experimentando con cilindradas entre los 350 y los 750 cc, pasando de la alimentación por carburadores a la inyección electrónica, pero siempre fieles al proyecto original del ingeniero Lino Tonti.

V7 STONE (en oferta a 6.999 €)

Se presenta con un look completamente negro, los cromados desaparecen a excepción del motor que los mantiene en las aleaciones de metal y en el sistema de escape. Amortiguadores, espejos retrovisores, tapas laterales y guardabarros va en negro. Los colores sólo cambian en el depósito con el Rojo Corposo, Verde Ágata y Nero Ruvido. La característica técnica que diferencia a la V7 Stone de sus hermanas son las llantas en aleación ligera, más modernas.

V7 SPECIAL (8.999 €)

Es la más auténtica de las tres, comenzando por sus gráficas, denominadas “Essetre” como en la V750 de 1974 que introdujo por primera vez el freno de disco en una Moto Guzzi. Disponible en dos bases cromáticas: plata metalizada con bandas negras y en negro con bandas naranjas, reeditando fielmente los colores originales. Las llantas están acabadas en negro y cromado y el logo “histórico” en relieve sobre el depósito.

V7 RACER (10.499 €)

Está producida en edición numerada como reza en la placa de la tija superior de la horquilla, y es el tercer año que se fabrica. Fácil de reconocer por su depósito cromado de 22 litros y sus tapas laterales, espejos retrovisores, soportes de los silenciadores y los guardabarros en negro. Con un marcado estilo deportivo, sigue llevando la placa porta número ahora cromada, en el faro y en el colín con el número “7” que es del campeón del mundo de 250 cc Enrico Lorenzetti en 1952. Nuevo es también el asiento monoplaza forrado en alcántara y cuero con opción de asiento biplaza y estribos para el pasajero. El chasis, basculante y los bujes de las ruedas siguen con su típico color rojo inspirado en las primeras V7 Sport.

Además utiliza elementos en aluminio anodizado en negro perforado de fabricación artesanal. Entre las piezas artesanales se encuentran las estriberas ajustables o la tija superior de dirección aligerada y las protecciones realizadas con un doble anillo cromado.

Esta versión monta unos amortiguadores de gas con depósito separado Bitubo WMY01 con regulación de la precarga tanto en extensión como en compresión, regulable en doce posiciones.

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